El Heraldo de Chihuahua

Ser bicampeón en el futbol mexicano está cañón

- POR HUGO SÁNCHEZ @hugosanche­z_9

Ser bicampeón, desde que se establecie­ron los torneos cortos en 1996, está muy de conseguir. En el futbol actual, cuesta mucho trabajo mantener a un equipo al mismo nivel competitiv­o, ya que el desgaste físico y mental es tremendo, y esto solamente lo pueden lograr equipos muy especiales.

Los Pumas, en el 2004, tuvimos el atrevimien­to de demostrar que se puede, entre medias tuvimos una gran motivación de jugar el trofeo Santiago Bernabéu en el maravillos­o estadio del Real Madrid, que nos ayudó y empujó a conseguir ese bicampeona­to, el cual celebramos por todo lo alto. Nunca había visto el Ángel de la Independen­cia tan lleno y celebrando jubilosos como pasó con esos dos campeonato­s seguidos.

Tuvieron que pasar poco más de nueve años para que otro equipo lograra conseguir la machada: fueron los Esmeraldas de León, por cierto, muy bien dirigidos por Gustavo Matosas, quienes en el 2014 se convirtier­on en el segundo bicampeón. Ahora fue el Atlas quien consiguió la cañón hombrada, la cual tiene un mérito enorme por todos los años que tenía el equipo sin ser campeón, ya que el primer y único título de los Rojinegros fue en 1951. De eso pasaron 70 años, más de media vida.

Los tapatíos, tanto aficionado­s como simpatizan­tes, estarán festejando por todo lo alto, ya que le ganaron en la final a otro equipo que daba muestras de querer volver a salir campeón, como son los Tuzos de Pachuca.

Las liguillas en el futbol mexicano hay que saberlas jugar, y más si se trata de una final. En México ya nos acostumbra­mos a que la competició­n sea de esta manera, ya que es más atractiva, porque cualquiera de los ocho que entran a la llamada Fiesta Grande puede salir campeón, pero bicampeón, no cualquiera lo hace.

En la ida, en el estadio Jalisco, el partido estuvo muy intenso y con muchas variantes tácticas-estratégic­as. Fue atractivo para el espectácul­o. El Pachuca tuvo varias ocasiones claras de gol, pero no tuvo la efectivida­d suficiente, porque aparte se enfrentó a un portero que salió inspirado, como Camilo Vargas. El resultado de 2-0 fue engañoso de lo que se vio en la cancha.

El técnico Guillermo Almada fue muy atrevido al jugar el partido de ida en el Jalisco con tanto desparpajo, tanto fue así que de no haber recibido el segundo gol hubiera sido menos difícil la misión de remontar, pero con el gol de Quiñones, al final del partido, en un descuido de falta de oficio defensivo de los jugadores de Pachuca, les costó el campeonato, ya que en el partido de vuelta, en el estadio Hidalgo, normalment­e complicado, Diego Cocca demostró que en su parado táctico y estrategia, le iba a sacar mucho provecho a ese 2-0 inicial, ya que hizo un planteamie­nto muy inteligent­e de desgastar al rival y llevarlo a la desesperac­ión por no cederle espacios para anotar los goles que le hacían falta.

Hubo una jugada que ensució el espectácul­o en el primer tiempo, donde el árbitro y sus secuaces inventaron un supuesto fuera de juego en una jugada en la que se reclamó penalti a favor del Pachuca. Minutos más tarde, el balón golpeó la mano de un defensor de los Tuzos y tanto el árbitro como sus secuaces en el VAR señalaron un penalti que le permitió al Atlas anotar un gol más gracias al disparo de Julio Furch. Eso fue suficiente para que el resultado favorecier­a a los ahora bicampeone­s Zorros.

El segundo tiempo fue desangelad­o, sin jugadas emocionant­es ni intervenci­ones de los porteros, ni suspiros ante la posibilida­d de una jugada de peligro. Al final ese segundo partido fue un tanto descafeina­do y ensuciado por esa jugada del supuesto fuera de juego que influyó en el resultado.

Eso, sin embargo, no quita ningún mérito al Atlas de conseguir su tercer título en la historia del balompié mexicano, en la cual América domina la tabla de más campeonato­s con 13; le siguen las Chivas, con 12; Toluca, con 10; Cruz Azul, con nueve; León, con ocho; Tigres y Pumas, con siete, y los Tuzos, con seis, que no pudieron recortar la distancia. Atlas ya tiene tres títulos en su vitrina; uno, en el siglo pasado, y ahora, parece ser que este siglo será mejor.

¡Que te lo digo yo!*

Los Rojinegros del Atlas lograron la doble corona, un honor que hasta entonces sólo tenían los Pumas (2004) y el León (2014), en la historia de los torneos cortos

Los Pumas, en el 2004, tuvimos el atrevimien­to de demostrar que se puede. Tuvimos una gran motivación de jugar el trofeo Santiago Bernabéu en el maravillos­o estadio del Real Madrid, que nos ayudó y empujó a conseguir ese bicampeona­to, el cual celebramos por todo lo alto en el Ángel”

El Atlas consiguió la hombrada del bicampeona­to, la cual tiene un mérito enorme por todos los años que tenía el equipo sin ser campeón, ya que el primer y único título de los Rojinegros fue en 1951”

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 ?? ?? En todo lo alto celebran los atlistas el bicampeona­to, que apenas es el tercer título en su rica historia futbolísti­ca.
En todo lo alto celebran los atlistas el bicampeona­to, que apenas es el tercer título en su rica historia futbolísti­ca.

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