Los hijos del desierto, de J. Santillanes
La Historia es siempre tema borroso y difuso, donde caminos se bifurcan y muchos quedan en el olvido. Los hijos del desierto devuelve un poco de esa memoria a perdidao o a veces cómodamente omitida, breve pero brutal y tranquila.
Si en Chihuahua hay algo que consideramos parte de nuestra Historia como estado, son: la revolución y los rarámuri, todo lo demás queda relegado a las manos del mito o ha quedado olvidado por los anales de la narrativa que supedita y puja el canon histórico de México.
Los hijos del desierto, del chihuahuense José Santillanes y ubicada geográficamente en el mismo estado, habla de esa parte de la historia que convenientemente se ha decidido sepultar en la interminable arena amnésica que no nos permite ver más allá de La Revolución de 1910.
La obra, publicada como parte del programa editorial del Estado, aborda el tema de la presencia y subsecuente exterminio de los apaches los en Chihuahua. El estilo de José es sucinto, pero puntual. Leer la obra se siente como un puño incandescente. Además del estilo, la atmósfera de la obra es ominosa y al leer los diálogos cortos pero significativos, es imposible no intuir la gestación de una tragedia.
A pesar de todo lo mencionado anteriormente, la obra es bastante liviana y fácil de leer y presenta sus temas con bastante claridad. Me parece imprescindible que se lea y se represente esta obra porque, me parece imperdonable seguir cargando con el peso de “los que ganamos” en palabras del autor: El peso de una nación. El peso de cientos de cuerpos muertos sobre nuestras espaldas. El peso de saber que olvidar es mejor que recordar.