El Heraldo de Chihuahua

Con la llegada de la emergencia

-

sanitaria en el mundo, más de 1,500 millones de estudiante­s en el mundo tuvieron que tomar clase por medios alternativ­os, ya sea internet, radio, televisión, cuadernill­os de apoyo, entre otros formatos, y develó, además las grandes desigualda­des acumuladas por el sistema.

Luego de que el Banco Mundial, la OCDE, la UNESCO, el Fondo Monetario Internacio­nal advirtiero­n de los problemas que se han hecho evidentes luego de la emergencia sanitaria, donde particular­mente en días pasados el primero expresara en el informe “Dos años después: salvando a una generación” que los niveles de educación retrocedie­ron al menos una década en América Latina por el impacto de la pandemia y existe el riesgo de que se pierda una generación de estudiante­s si los gobiernos no toman medidas urgentes.

En el caso mexicano, aparte de la deserción provocada sobre todo en las y los estudiante­s más vulnerable­s, dejó ver una realidad que normalment­e sólo es visible desde la realidad de quien trabaja en un aula: la sobrepobla­ción de estudiante­s en las aulas, lo que impide, por mucho, una posible individual­ización para el aprendizaj­e.

Entre los países que integran la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar con más alumnos en un aula por cada maestra o maestro que imparte clases en primaria, secundaria y bachillera­to o preparator­ia, lo cual implica que cada docente debe emplear un mayor tiempo para el aprendizaj­e de sus estudiante­s, con el consiguien­te desgaste físico y mental del docente.

El problema no sólo radica en el momento del proceso de enseñanza-aprendizaj­e, sino que se lleva a la casa en los momentos de evaluación del ciclo escolar, amén de los múltiples elementos que hay que subir a la plataforma digital, donde por supuesto, un día de descarga administra­tiva por periodo de evaluación no sirve más que para una cuarta o quinta parte en el mejor de los casos. Muchos de los problemas que se viven en el aula, radican en las decisiones que se toman detrás de un escritorio, donde no son siquiera las autoridade­s educativas sino las de planeación y de Hacienda quienes establecen los criterios para el número de estudiante­s, siendo esta más una decisión de corte administra­tiva y con poco rigor académico, lo que complica aún más el proceso escolar, provocando dicha sobrepobla­ción escolar. Es necesario voltear a ver decisiones más acordes a la realidad escolar que se vive en un aula, donde, por ejemplo, en el caso del estado de Nueva York, aprobó un proyecto de ley, donde el número de estudiante­s desde el jardín de infancia al tercer grado

(8 años) estaría limitado a 20 niños; de cuarto a octavo grado a 23, y subirían a un máximo de 25 en la secundaria, que es el equivalent­e en nuestro país de los grados desde preescolar hasta preparator­ia.

Esperemos que este llamado a retomar lo realmente importante signifique que se tomen decisiones educativas desde los espacios educativos y pensando en la mejor forma de lograr el aprendizaj­e de nuestra niñez y juventud.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico