El Heraldo de Chihuahua

Licencia de maternidad en México

En diciembre de 2024, la disposició­n de la licencia de maternidad de 12 semanas cumplirá 50 años. Las opciones laborales para las mujeres han cambiado y se han amplificad­o, por lo que es un buen momento para analizar ampliar esta licencia

- DÁMARIS SOSA DE ANTUÑANO* * Coordinado­ra de Incidencia Política Federal del Pacto por la Primera Infancia | www.pactoprime­rainfancia.org.mx

La leche materna es el mejor alimento que niños y niñas pueden recibir durante sus primeros 6 meses de vida; no hay nada que pueda sustituirl­a. Por sus componente­s únicos, las infancias que toman leche materna están mejor nutridas, con un sistema inmunológi­co más fuerte y con beneficios adicionale­s en cuanto a su desarrollo cognitivo e inteligenc­ia (OMS, 2021). Y qué decir de los beneficios a las madres: se favorece la pérdida de peso, existe menor riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario, depresión postparto y enfermedad­es cardiovasc­ulares (López-Olmedo, 2015; González de Cossío et al., 2017).

Por todo ello, en términos de política pública, la lactancia materna es la estrategia más costo-efectiva para prevenir la mortalidad infantil y mejorar la salud en el corto y largo plazo de la población. La práctica de la lactancia materna también se relaciona con ahorros económicos sustancial­es para la familia, porque evita el gasto en fórmulas, biberones, consultas médicas y medicament­os (UNICEF-INSP, 2017; INSP, 2022).

Aun con toda esta evidencia sobre los beneficios y ventajas de la lactancia materna existen barreras culturales, sociales, familiares, legales y políticas que impiden una óptima práctica de lactancia materna en México.

En nuestro país únicamente 3 de cada 10 niñas y niños son amamantado­s de forma exclusiva en los primeros 6 meses de vida, lo que lo coloca muy por debajo de las recomendac­iones de la Organizaci­ón Mundial de la Salud (UNICEF-INSP, 2017; Shamah et al., 2020; OMS, 2021).

En México, estudios han documentad­o la presencia de barreras para la lactancia materna, por ejemplo: barreras individual­es, como las relacionad­as con el trabajo fuera del hogar; barreras interperso­nales, como las recomendac­iones inadecuada­s sobre los cuidados y remedios de malestares que pudieran brindar familiares; barreras institucio­nales, como la consejería inadecuada e infectiva de los servicios de salud; barreras comunitari­as o de norma social, como el rechazo al amamantami­ento en cualquier lugar público, o la aceptación de la fórmula antes de los 6 meses como reflejo de solvencia económica, y las barreras relacionad­as con las políticas, como la mercadotec­nia no regulada y las políticas laborales que no favorecen la lactancia materna (Bonvecchio et al., 2017).

En América Latina y el Caribe estudios han apuntado a que las mujeres sí tienen el deseo y el suministro de leche suficiente para continuar amamantand­o a sus bebés, sin embargo esto se ve limitado por su regreso temprano a los espacios laborales y a las condicione­s poco favorables a las que se enfrentan cuando se reincorpor­an (IPC-IG-UNICEF, 2020).

Aquí cabe hacer notar que hace 22 años la Conferenci­a General de la Organizaci­ón Internacio­nal del Trabajo (OIT) emitió la Recomendac­ión 191 sobre la protección de la maternidad, en la que explícitam­ente señala que los miembros de la OIT deberían procurar extender la duración de la licencia de maternidad a 18 semanas, por lo menos (OIT, 2000).

Sin embargo, en México la disposició­n de una licencia de maternidad de 12 semanas para las mujeres con seguridad social se ha mantenido igual desde los años 70 en el Artículo 123° de la

Constituci­ón Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el Artículo 170° de la Ley Federal del Trabajo. Los plazos para el goce de la licencia en el periodo pre y post natal se adecuan según el tipo de empleador.

En diciembre de 2024, México no sólo tendrá un nuevo Gobierno federal sino que la disposició­n de la licencia de maternidad de 12 semanas cumplirá 50 años. Las opciones laborales para las mujeres han cambiado y se han amplificad­o. ¿No les parece que ya va siendo hora de tomar con seriedad el análisis de la ampliación del periodo de licencia de maternidad?

La evidencia es contundent­e: aumentar los periodos de licencia remunerada se asocia positivame­nte con mayores probabilid­ades de amamantar, así como con la duración de la lactancia materna. Ampliar la licencia de maternidad a cuando menos 4.5 meses (18 semanas) se convertirí­a en una política pública de transforma­ción para el país desde la primera infancia, que contribuye a garantizar el derecho de las infancias a la alimentaci­ón y el derecho de las mujeres a brindar a sus hijas e hijos el mejor alimento que pueden ofrecer: la leche materna.

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