Hay infinidad de historias
de muchachos, sobre todo de pobreza extrema, que dejaron sus hogares en la ”búsqueda de un sueño” en las filas del narcotráfico y acabaron en tragedias.
Los nuevos tiempos de poder de la delincuencia organizada en México han provocado que miles de niños y jóvenes ingresen al “ejército de sicarios”, pero muchos de ellos se han convertido en “carne de cañón”. Hoy nuestro país se encuentra en medio de la mayor crisis de inseguridad en su historia, sin que hasta el momento el gobierno mexicano cambie de estrategia.
Las nuevas generaciones crecieron entre la pobreza, marginación, violencia y el miedo. Los programas de los gobiernos (emanados de todos los partidos) de terminar con la corrupción, la impunidad, la violencia y de resarcir el daño social causado por las bandas delincuenciales han quedado en promesas. El claro ejemplo del fracaso de planes para “mejorar” las condiciones económicas, educativas y de seguridad lo tenemos en Chihuahua, concretamente en Villas de Salvárcar, en Ciudad Juárez. Es una lamentable historia de terror.
El hecho sangriento sucedió la madrugada del 30 de enero de 2010, cuando un grupo de estudiantes de bachillerato celebraban una fiesta de cumpleaños en el mencionado fraccionamiento, donde fueron atacados a balazos por pandilleros, la mayoría jóvenes, lo que dejó un saldo de 15 personas muertas y 10 más lesionadas. ¿Por qué ocurrió la masacre? Se ha publicado mucho que la agresión era contra los integrantes de una pandilla llamada “Artistas Asesinos” que aglutina a niños y jóvenes, principalmente de barrios pobres; pero, aparentemente hubo un error en la orden. “A mí me informaron que había ahí unos ‘doblados’ pertenecientes al Cártel de Sinaloa, entonces yo mandé a los muchachos”, dijo “El Diego”, un chamaco que fue detenido e interrogado por la Policía Federal.
El entonces presidente Felipe Calderón declaró que "si los mataron es porque en algo andaban", lo que provocó fuertes críticas, por tratar de justificar la masacre criminalizando a los estudiantes. Es más, la madre de uno de los muchachos asesinados le dijo en su propia cara que no era bienvenido en Ciudad Juárez. El gobierno federal prometió en un evento de Villas de Salvárcar un programa inédito para rescatar de las garras del crimen y las drogas a los niños y jóvenes de México. Este programa, como muchos otros, quedó en el olvido.
ASESINAN A SIETE MENORES EN MÉXICO CADA 24 HORAS
El impacto de la violencia es “descomunal” pues solamente el año pasado se registraron 27 mil 772 delitos en contra de niñas, niños y adolescentes, según Incidencia Política de Protección a la Niñez de Save the Children en México, lo que significa que a diario 76 menores de edad fueron víctimas de alguna delito. Dicha información se sustenta en datos oficiales desde el 2015 que propociona el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Es una tendencia elevada en diferentes delitos.
En el 2021 fueron asesinados dos mil 450 menores de edad, es decir, siete cada día. Asimismo, se cometieron más de 107 feminicidios de niñas y adolescentes, en promedio nueve feminicidios por mes.
También se registraron en el año 13 mil 758 lesiones contra niñas, niños y adolescentes, lo que significa que a diario 37 sufrieron alguna clase de violencia, esto sin considerar los casos no denunciados.
Evitar la incursión de niños y jóvenes a la delincuencia, así como la implementación de verdaderos programas económicos y educativos es una asignatura pendiente del gobierno mexicano, pero también debe ser una prioridad atender la problemática en el contexto familiar.