ODS 13, Acción por el clima
El cambio climático está generando
estragos sociales y ambientales que se ven reflejados en las economías nacionales, regionales y locales; el cambio climático no se va a pausar, por lo tanto es necesario tomar medidas para apostar, por un lado, a la mitigación en la generación y emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y por el otro y con mayor énfasis, en la adaptación de los sistemas ambientales, sociales y económicos.
Continuando con el tema de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible y particularmente de sus objetivos, hoy considero el ODS 13 que nos invita a la acción por el clima, incluso más que una invitación, si comprendemos el contexto y la urgencia que éste guarda, yo lo señalaría como una conminación puesto que no podemos continuar viéndolo como algo que únicamente es de voluntades, conciencia y ánimo, sino que, como lo mencioné, es algo que urge y que sí o sí tenemos que actuar.
Este objetivo es transversal al resto de los ODS, ya que todos requieren acciones concretas orientadas ya sea a la mitigación o a la adaptación de los sistemas ambientales, promoviendo una eficiencia en el uso de los recursos, generando soluciones basadas en la naturaleza e impulsando empleos verdes y un crecimiento sostenible; en este objetivo encontramos metas tangibles como la incorporación de medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales, en este sentido hay mucho
qué hacer y corresponde a las autoridades en colaboración con la sociedad civil organizada el proceso de creación de políticas públicas con enfoque de sostenibilidad y cambio climático; la mejora en la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación y adaptación al cambio climático, la reducción de sus efectos y la alerta temprana, en esta meta se requiere la colaboración de la academia en la articulación de esa conciencia y educación y la protección civil orientada hacia la resiliencia; la promoción de mecanismos para aumentar la capacidad para la planificación y gestión eficaces en relación con el cambio climático en los países menos adelantados y los pequeños estados insulares en desarrollo y finalmente, el fortalecimiento de la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales en todos los países, finalmente en estas dos últimas metas caben perfectamente la colaboración de la iniciativa privada y la administración pública para trazar el camino a seguir en esta transición.
Hoy podemos ver movimientos bajo este lema de acción por el clima, sin embargo, en la política ambiental de nuestro país, en las políticas públicas de los tres órdenes de gobierno, no vemos acciones claras y concretas, con total definición y acierto y, por el contrario, el tema sigue estando muy alejado de esas agendas de gobierno. Las autoridades competentes hoy día están rebasadas y la sociedad dormida en nuestros laureles, necesitamos despertar, participar; urge una colaboración y coordinación entre las autoridades, la academia, la iniciativa privada y todos los sectores productivos y sociedad, cada uno desde su espacio tiene mucho qué aportar. ¡Necesitamos actuar ya! ¡Todos somos llamados a la acción climática ahora!