En indefensión, 50% de adultos mayores
Carecen de pensión laboral y del apoyo de sus familiares directos, según INEGI
La población de adultos mayores es considerada uno de los grupos más vulnerables, y tan sólo en la entidad, más de 140 mil que conforman el grupo etario mayor de 65 años ven violentados sus derechos humanos, reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y ordenamientos jurídicos.
El INEGI estima en su último Censo de Población de 2020, que de los 282 mil 725 adultos mayores de 65 años, casi la mitad refiere situaciones de desigualdad por no tener una pensión laboral y, entre otras causas, sufren abandono de familiares directos.
Este olvido se presenta en aquellos casos en que son enviados a casas de cuidado, asilos o casa de familiares más lejanos, o por el hecho de no apoyarlos en esta etapa de su vida, pese a que es un derecho el beneficio del cuidado por parte de sus familiares.
Además, pese a que el 84% de la población cuenta con un servicio médico en instituciones públicas, gran parte no acude debido a que no tiene manera de movilizarse, ya sea por la distancia, por no contar con medios de transporte, o no poder desplazarse solos, lo que limita el derecho al acceso a la salud.
De este punto deriva que al no contar con la capacidad o medios para acudir a clínicas o consulto
26
POR CIENTO aumentó la población chihuahuense de más de 65 años en diez años
rios públicos, se ven en la obligación de pagar consultas y medicamentos, por lo que optan por un consultorio cercano y con el precio que sea más accesible, pues generalmente son personas que tienen rezago económico.
En el país se registran más de 13 millones de adultos mayores y muchos de ellos trabajan con alguna limitación
84%
DE LAS PERSONAS mayores de 65 años o más está afiliado a un servicio de salud pública
De acuerdo con la Encuesta de Población y Vivienda 2020 del INEGI, en el estado de Chihuahua hay 282 mil 725 adultos mayores de 65 años, y de éstos poco más de 140 mil se encuentran en alguna condición de vulnerabilidad, pues no cuentan con pensión laboral tras retirarse de un empleo formal, ni con el apoyo de familiares directos, pues viven en asilos, casas de cuidado o con familiares secundarios.
El INEGI refiere además que de los 282 mil 725 adultos mayores de 65 años en la entidad, el 80% son abuelos con un promedio de tres nietos. Del total de personas mayores de 65 años, la mayor parte, un 62%, son mujeres, es decir, 175 mil 320.
Este sector poblacional aumentó un 26% en los últimos diez años, al pasar de 223 mil 020 en 2010 a 282 mil 775 personas de este grupo etario en 2020, de acuerdo con el Censo del INEGI.
Del INEGI se desprende el uso de servicios de salud, que entre las personas de 65 años o más un 84% está afiliado a un servicio de salud pública, pero el 60% sólo acude a atención cuando se trata de una enfermedad que los limita a estar de pie, realizar actividades diarias, o amerita hospitalización; las causas principalmente son por desconocimiento, no considerarlo importante, o por no contar con medios para acudir a revisión periódica.
Además, seis de cada diez se atienden en consultorios de farmacia o acuden a dispensarios porque consideran que es una opción más viable, debido a que muchos de estos lugares están en colonias o en zonas cercanas a donde habitan los adultos mayores.
A lo anterior se suma que muchos no conocen cómo se puede hacer uso de su servicio médico, pues generalmente no lo han utilizado, y por otra parte, representa un gasto menos ir a un consultorio pequeño en el que las consultas son de menos de 80 pesos, y el medicamento es casi siempre genérico, lo que lo vuelve también más económico.
En el país, el INEGI registra más de 13 millones de personas de 65 años o más y muchos de ellos trabajan con alguna limitación, sin embargo se ven en la necesidad de hacerlo porque se dedican a actividades informales, o trabajos en los que no se les ofreció la prestación social.
Cabe señalar que en México las fuentes de ingreso de las personas de más de 65 años son pago por jubilación o pensión, pensión por programa de gobierno, y por su trabajo, aunque estos ingresos pueden ser complementarios, es decir, una persona puede recibir recursos monetarios de diferentes fuentes.
Cabe señalar que las condiciones en que vive gran parte de esta población no concuerda con lo que establece la ley, pues en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de los ordenamientos jurídicos que de ella se derivan, se señala que las personas de 60 años y más son titulares de los derechos humanos reconocidos en el Estado mexicano como autoridad garante de los mismos.
Entre éstos se encuentran: la igualdad de oportunidades, derecho a la participación activa en la aplicación de las políticas que incidan directamente en su bienestar; derecho a beneficiarse de los cuidados de su familia; a tener acceso a servicios sanitarios, y a disfrutar de los derechos humanos y libertades fundamentales; derecho de aprovechar oportunidades para desarrollar plenamente su potencial; a vivir con seguridad, ser libres de cualquier forma de explotación, maltrato físico o mental y recibir un trato digno y al acceso a la justicia.