Exhortan a vida de humildad y sencillez
El arzobispo de Chihuahua, monseñor Constancio Miranda Weckmann, invitó a la feligresía a seguir el ejemplo del Señor Jesús en humildad y sencillez, de acuerdo con la parábola contenida en el evangelio dominical, durante la Sagrada Eucaristía que presidió desde la Catedral Metropolitana.
Monseñor Miranda destacó que Jesús quiere transmitir las actitudes de vida interiores que se deben de tener para ser sus discípulos e invita a la sencillez, a la humildad.
“El evangelio de este domingo nos cuenta que Jesús entró a cenar a casa de uno de los fariseos principales del pueblo. Jesús denunció muchas veces la arrogancia y la hipocresía de esta gente, de muchos miembros del grupo de los fariseos. La parábola nos presenta la invitación a participar en la fiesta del Reino de Dios, ante la cual pueden haber dos actitudes posibles entre los que aceptan: en primer lugar se refiere a los que se consideran a sí mismos como importantes, y sin esperar ninguna indicación, van a ocupar el primer lugar”, disertó el arzobispo.
En ese sentido, Constancio Miranda expresó que Jesús dice que no toca decidir a cada quién cuál es el lugar que cada uno debe ocupar y recomienda ir a ocupar espontáneamente el último lugar; pues en el
Reino de Dios, en la búsqueda del Cielo, de la salvación, sucede algo parecido, quien pretenda ser más quedará humillado, y el que sea humilde, servidor, sencillo, será engrandecido.
“De la humildad se derivan muchos beneficios, en primer lugar, la persona humilde es fiel al Señor, porque la soberbia es el peor obstáculo que se interpone entre Dios y nosotros. La persona humilde descubre con más facilidad la voluntad de Dios y descubre lo que Dios le va pidiendo en cada circunstancia. La persona sencilla y humilde es de fácil trato, y se puede ayudar y puede ella misma ayudar de una manera abierta y espontánea”, finalizó.