Decir que de acuerdo
con el Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial (WEF), México se ubica en el lugar 31 en el contexto global, de un total de 146 países, con 76.4 puntos de 100, y ocupa la cuarta posición en la región de América Latina y el Caribe, siendo el mayor desafío para las mujeres en México la igualdad de oportunidades y su participación económica, quizá no explica tanto la grave desigualdad que significa que las mexicanas no puedan acceder a un crédito de vivienda, aún siendo las jefas de familia. Esto no puede ni debe quedar así.
En México, las mujeres propietarias de viviendas son menos en comparación con los hombres, pues según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestran que esta diferencia se acentúa según la localidad, por ejemplo, en poblados rurales 64.1% de los propietarios son hombres y únicamente 34.0% son mujeres, además, en su Reporte Anual de Vivienda, el Infonavit señaló que sólo el 34% de los créditos se otorgan a mujeres contra el 66% entregados a hombres. De las 35.3 millones de viviendas particulares habitadas en México, 23.9 millones son propias, esto significa que uno de los residentes de la vivienda es dueña o dueño.
Sin embargo, de 17.4 millones de viviendas con escrituras, sólo 7.2 millones de propietarios son mujeres, mientras el 9.9 millones de propietarios, es decir 56.9%, son hombres. Y aunque la jefa del hogar es reconocida por ser la principal proveedora económica, en México en 33 de cada 100 hogares las mujeres son reconocidas como jefas de familia. En su Reporte Anual de Vivienda, el Infonavit señaló que sólo el 34% de los créditos se otorgan a mujeres contra el 66% entregados a hombres.
Además, los hombres suelen contratar un crédito con el Infonavit a una edad más temprana que las mujeres, 33% de los créditos otorgados a hombres correspondía al grupo de 18 a 29 años, mientras que a las mujeres de dicho rango de edad se les dio el 27%. El reporte señala que el 44% de mujeres que acceden a estos créditos lo logran entre los 30 y 40 años.
La brecha de género es más que evidente. A pesar de ser las proveedoras principales en las familias, la brecha salarial no permite alcanzar créditos de vivienda que validen esa condición, y esto continúa dejando a las mujeres sin tener un acceso a un crédito que garantice su derecho a la vivienda, tal como es reconocido, como un derecho humano que además es precursor de otros derechos
como la educación, la salud, el bienestar, entre otros. Y es esta condición la que obliga al Estado mexicano a buscar que este derecho sea efectivo y no sólo un enunciado más.
Aquí quiero destacar que, siendo candidata a diputada federal, en los recorridos que realice comprobé lo que esos datos dicen, la cantidad de mujeres que son las principales o únicas proveedoras de cientos de familias.
Mujeres empleadas de las maquiladoras que tienen hasta dos trabajos, pues los ingresos son insuficientes; mujeres que se dedican a trabajar en las segundas, que venden en sus casas en puestos improvisados menudos o lo que se pueda, y que aún así, con esos esfuerzos, no tienen posibilidad de alcanzar un crédito que les permita tener acceso a una vivienda.
Esto me llevó a proponer que el Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) implemente acciones y estrategias necesarias para generar créditos especiales para mujeres jefas de familia, con el objeto de garantizar el derecho de acceso a la vivienda, mejorar su calidad de vida y la de sus familias, así como disminuir la brecha de género en esta materia y estos días, la Comisión Permanente, es decir, senadores y diputados aprobaron que se le haga este exhorto al Infonavit.
La propuesta es instar a que este instituto tome acciones que propicien reducir la brecha de género e impulsen la igualdad sustantiva a través de la implementación de métodos e instrumentos que promuevan la tenencia legal de una vivienda para las mujeres, es decir, ayudar a cerrar esa brecha que perjudica injustamente a las jefas de familia. Todas las mexicanas tenemos derecho a una vivienda, y ayudar a lograr que esto sea una realidad, es un compromiso que ya va tomando camino.