Aunque es repetido
ULTIMALETRA
hasta el cansancio por muchos expertos en el tema, la clase política parece no procesar tan importante información: la humanidad entera ha reducido la atención en los diversos canales que internet ofrece. El foco de atención de las personas cambia radicalmente cuando se pone frente al monitor, tableta o teléfono inteligente.
Investigaciones alrededor del mundo arrojan que la capacidad de estar atentos a una sola cosa de manera se está reduciendo. Esto debido a múltiples factores, entre ellos, la saturación de información que padecemos, no sólo todos los días, cada segundo de cada minuto del día. Como nunca en la historia, la sociedad actual tiene acceso a cantidades gigantescas de información.
Es tanta la oferta informativa, que sólo parecía posible en la ciencia ficción literaria, del cine o la televisión.
En tan sólo dos décadas, la información ha saturado hasta el espacio más íntimo, gracias al internet y plataformas diversas de redes sociales.
Diariamente, una persona promedio recibe el impacto de entre 3 mil y 5 mil anuncios diarios.
Un dato impactante, especialmente para alguien como Mijail Gorbachev (recién fallecido), quien vivió poco más de nueve décadas, y atestiguó durante su vida los avances de la comunicación, desde el telégrafo hasta el internet.
También generaciones más jóvenes siguen sorprendidas por los cambios tan vertiginosos en la comunicación de poco más de dos décadas para acá.
Sin embargo, quienes nacieron en el siglo XXI son nativos a la híper exposición de información y, especialmente, a la tecnología actual.
Es tanta la información que pelea por la atención de todos y todos por igual, que el consenso de expertos es que el periodo promedio de atención hace 20 años, era de 12 segundos. Es decir, en los albores de este siglo, un anuncio tenía que llamar la atención en ese
periodo de tiempo, si no lo hacía, era descartado. Todo un reto. Dos décadas después, con millones de sitios en la web y múltiples plataformas de redes sociales, información y entretenimiento, esa ventana de atención ha reducido su tiempo a sólo 5 segundos.
De 12 a 5 segundos en veinte años. ¿Se reducirá aún más nuestra ventana de atención en el futuro? Es probable. Y ese es el gran reto que tiene la comunicación política actual.
Se tiene muy poco tiempo para llamar la atención y la clase política no ha entendido que eso implica producir contenidos sencillos, creativos, útiles y atractivos para una sociedad que está desconectada de sus políticos.
Si los gobernantes insisten en hacer contenidos complejos, acartonados, inútiles y aburridos para satisfacer su ego, adelante.
Fracasarán en conectar con la gente, esa que en la actualidad prefiere lo entretenido sobre lo verdadero.
Nuestra realidad implica que el éxito de la comunicación política digital radica en la capacidad de comunicar en mucho menor tiempo. Atención y tiempo, los tesoros de nuestra era.