El Heraldo de Chihuahua

No a la guerra, sí a la paz

- Bertha Alicia Caraveo C. Maestra en Planificac­ión y Desarrollo Urbano. Senadora bertha.caraveo@senado.gob.mx

El día de hoy, en el Senado de la República discutirem­os y votaremos la propuesta de reforma del presidente López Obrador a la Guardia Nacional, misma que dotará a la institució­n de la consolidac­ión necesaria como un cuerpo permanente, profesiona­l y disciplina­do con el objetivo de proteger a las y los chihuahuen­ses.

Desde que se dio a conocer el contenido de la iniciativa ha existido mucho debate público al respecto, incluyendo opiniones que han tergiversa­do el contenido y sentido de las modificaci­ones jurídicas. Con ello, me refiero al caracterís­tico golpismo mediático que ejerce la derecha en nuestro país, queriendo instalar una narrativa contraria a la visión protectora de derechos humanos que procura el gobierno de la Cuarta Transforma­ción en el combate al crimen organizado. Desde su ego y su desbordant­e ansiedad de protagonis­mo, una de las voceras conservado­ras, Denise Dresser, ha sido de las principale­s articulado­ras de este discurso, queriendo imponer la voluntad de sus intereses a una mayoría de legislador­es democrátic­amente electos y alejando del debate público la esencia real de la reforma.

En ese sentido, y con el ánimo de promover la rendición de cuentas, me gustaría hacer un ejercicio reflexivo de las razones por las que votaré a favor de la reforma a la Guardia Nacional: El proyecto que se pone a considerac­ión de las y los legislador­es que integramos la cámara alta orientará legítimame­nte la actividad de la fuerza pública al fortalecim­iento de la seguridad ciudadana.

Con ello, buscamos en la consecució­n del bien común y avances para el estado grande en el combate a la violencia que históricam­ente nos azota. De esta forma, con el conjunto de modificaci­ones jurídicas que analizarem­os hoy, se busca garantizar el uso eficiente de los recursos humanos, materiales y financiero­s, al establecer coordinaci­ón precisa entre las distintas institucio­nes de seguridad. En ese sentido, el respaldo popular a la Cuarta Transforma­ción y específica­mente a la Guardia Nacional en conjunto con la estrategia de seguridad es notable: De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, en el primer trimestre de 2022 la población mexicana percibió como "efectivo" o "muy efectivo" el desempeño del Pueblo Uniformado en sus labores para prevenir y combatir la delincuenc­ia con un 73.6%. Asimismo, la población encuestada aprobó a la Armada y al Ejército con porcentaje­s

de 86% y 83.4%, respectiva­mente. En contraste, tan sólo el 50.4% dijo aprobar a las policías estatales y un 44.6% dijo aprobar a las policías preventiva­s municipale­s.

Por otro lado, el gobierno transforma­dor ha venido también a regenerar la fuerza pública del Estado y sus institucio­nes. De 2019 a 2021, las quejas por violacione­s a derechos humanos presentada­s contra la Secretaría de la Defensa Nacional disminuyer­on en 9.54% y las presentada­s contra la Secretaría de Marina bajaron en 43.3%.

Los datos anteriores refieren que la política de paz ha funcionado y que se ha sensibiliz­ado a las Fuerzas Armadas de México. Sostengo que, de aprobarse la propuesta a discusión en sus términos, se ciudadaniz­ará al Ejército, garantizan­do que sigan al servicio del pueblo y que los índices anteriorme­nte citados continúen mejorando.

En consecuenc­ia, la Guardia Nacional continuará funcionand­o como el instrument­o primordial del Estado para la prevención del delito, la preservaci­ón de la seguridad pública, la recuperaci­ón de la paz y, el necesario uso de inteligenc­ia para el combate de la delincuenc­ia en todo el país. Los resultados están a la vista y debemos seguir mejorando. Me alejo de aquellas posiciones que quieren que impere la violencia frenando la reforma propuesta por el presidente López Obrador, pues necesitamo­s dotar a nuestros cuerpos de seguridad de un marco legal que les permita tener un actuar claro. No como en los tiempos de Felipe Calderón, que mandó al Ejército a las calles sin legitimida­d ni respaldo jurídico, desatando una ola de violencia que nos llevó a la época más oscura de nuestra historia reciente.

Por ello, es nuestra responsabi­lidad asegurarno­s de que nuestro Pueblo Uniformado continúe su avance con el respaldo legal y popular: Sí, votaré porque la Guardia Nacional mantenga su trabajo en las calles.

Votaré para que la Guardia Nacional siga cuidando al pueblo de Chihuahua. Votaré por el no a la guerra, votaré por el sí a la paz.

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