Gran diva del arte mexicano
“María nació dos veces: sus padres la engendraron y ella, después, se inventó a sí misma”, escribió Octavio Paz. “Tanta y tan intensa es su hermosura, que duele” así la describió el escritor Jean Cocteau.
Se le recuerda como: “La Doña” y “María Bonita”, si, todos sabemos de quien se trata, la mexicana de gran belleza, talento, carácter, presencia, la diva de la Época de oro del cine mexicano; la que durante los noventa abogó por la educación y “progreso” de las mujeres mexicanas en el ámbito público, la que enamoró a personajes como Diego Rivera, Jorge Negrete y Agustín Lara quien la llamó su “María bonita” para toda la eternidad: María Félix.
Música, arte y literatura la hicieron su musa. Inspiración de los escritores: Renato Leduc, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Pita Amor, Luis Spota, Octavio Paz y Carlos Fuentes; en música de: Agustín Lara, José Alfredo Jiménez, Cuco Sánchez y Juan Gabriel. Pero lo que nos importa es la inspiración que dejó plasmada en el arte.
Diego Rivera estaba encaprichado con ella, así que le pidió que fuera su musa. “Retrato de María Félix “fue creado en 1949, en él se le muestra sentada con cabello suelto y un vestido blanco transparente: aquello no le gusto a María Félix quien luego lo modifico pidiéndole a un albañil que cubriera las partes desnudas.
En 1953, un año después de enviudar del actor y cantante Jorge Negrete, la diva conoció en Francia a la artista Leonor Fini, pintora argentina-italiana. Acudió con ella para que le realizara un retrato. Se dice que Leonor logró captar a la perfección la depresión que la diva sentía por la muerte de su esposo en “Reina del fuego”.
Por su parte, Leonora Carrington la inmortalizó en la que es considerada como su obra maestra "La Maja del Tarot" y el tríptico "Sueño de Sirenas". Posteriormente, Bridget Tichenor colaboró con Antoine Tzapoff, para crear "Domadora de Quimeras" y "Caja de Cristal", y finalmente Tzapoff, quien fue la última pareja sentimental de María, la pintó en varias ocasiones.