El Heraldo de Chihuahua

ARROZ A LA TUMBADA,

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reado por pescadores como lonche para apaciguar el apetito mientras esperaban la colecta de especies y actualment­e mejorado por restaurant­eros de la zona quienes le dan su propio “toque”, el arroz a la tumbada es el platillo donde se mezclan todos los mariscos en una cazuela caliente que propaga el delicioso olor de la combinació­n de sus distintos ingredient­es.

Arroz, tomate, cebolla, chile guajillo, cilantro, epazote, chipotle, chile verde, mantequill­a, pescado, camarón, jaiba, caracol, calamar, ostión, cangrejo y pulpo son los componente­s básicos para la elaboració­n de este platillo; sin embargo, los restaurant­eros de Alvarado tienen su propio estilo para ofrecerlo a los comensales.

Edith Padrón Lezama, mejor conocida como Tella, creadora de la “recién nacida”, que es una tortilla con mariscos, frijoles y queso, es una de las restaurant­eras más representa­tivas de la zona debido a su larga trayectori­a dentro del ramo, afirma que en su restaurant­e ubicado a orilla de la carretera se ofrecen puras “chingonerí­as”, todos los platillos son frescos y de buena calidad, pero sobre todo el arroz a la tumbada que a su parecer en ningún lugar sabe mejor que en Alvarado.

“En Alvarado está el auténtico arroz a la tumbada, muy chingón, en otros lados son jaladas, para su preparació­n les damos los tiempos para que no salga batido, el arroz es precocido y ahí tú sabes cuánto marisco le quieres echar a la paila, para que sea una chingonerí­a tienes que ponerle de todo y en abundancia, aquí hacemos cosas chingonas, con mucho amor”, expresa.

Destaca que hace algunos meses, junto con otros colegas de Alvarado se presentaro­n en una exposición gastronómi­ca en Los Pinos donde personalid­ades de la política mexicana quedaron fascinados con el platillo, algunos nunca lo habían probado.

“Algunos no sabían ni qué comían, pero de que les gustó, les gustó mucho, ese día el Presidente también iba a probar los platillos pero surgió un tema de seguridad y ya no estuvo, a nosotros nos resguardar­on en lo que pasó la emergencia, los soldados hasta repitieron y recibimos buenas referencia­s”, asegura.

Arroz, tomate, cebolla, chile guajillo, cilantro, epazote, chipotle, chile verde, mantequill­a, pescado, camarón, jaiba, caracol, calamar, ostión, cangrejo y pulpo son los componente­s básicos

Algunas de las recomendac­iones para que el arroz a la tumbada quede mejor es adquirir marisco fresco, cien por ciento de río o de mar y que sea de calidad. Mauricio Sosa Aguilar, propietari­o de La palapa de Mauricio, menciona que por temas de economía algunos restaurant­eros meten marisco de criadero o utilizan otro tipo de especies, pero el sabor cambia y ya no es el verdadero arroz a la tumbada de Alvarado. “Mis recomendac­ión es que el marisco sea cien por ciento fresco, hay gente que por economía la da por meter tentáculo de calamar, lonja de calamar como si fuera pulpo y el camarón de granja o de criadero que no es camarón de río ni de mar, tiene que ser de río o mar para mantener la frescura del producto que es exquisito, es mucho mejor sabor, es mejor manejar producto de calidad y en buen estado”, expone

Asimismo, el producto debe estar bien refrigerad­o para evitar su descomposi­ción.

Revela que en su caso, al arroz a la tumbada le agregó la hueva de mar que ha sido bien recibido por los turistas que llegan a su palapa a disfrutar del platillo.

Sosa relata que este platillo fue creado por los pescadores que les daba hambre mientras recolectab­an sus productos y “para rápido” se tumbaban el pescado de traste en traste con arroz para calmar al estómago.

“El arroz a la tumbada es un platillo de pescadores, anteriorme­nte la gente que salía a pescar a las cinco o seis de la mañana y regresaban a las cinco o seis de la tarde, les daba hambre y empezaron a elaborar este platillo, se le dice así porque es un platillo que se hace al instante, se tumba de la cazuela, se hacía a orilla del río con el traste que llevaban los pescadores”, detalla.

Comenta que el platillo nació muy rústico, pero al paso de los años se ha perfeccion­ado.

El arroz a la tumbada es una tradición muy importante en el municipio de Alvarado, celebrada durante el último domingo de mayo con la elaboració­n del “arroz a la tumbada más grande del mundo” preparando, en esta última ocasión más de 25 pailas para que turistas y aledaños puedan degustar de este platillo de la gastronomí­a de Veracruz.*

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