El Heraldo de Chihuahua

El triunfo de las ciudades Hace unos meses tuve la oportunida­d

- Antonio Ríos Ramírez Doctor en Administra­ción. Director del Instituto de Emprendimi­ento del ITESM, región norte antonio.rios@tec.mx Contador público del ITESM. Empresario. Consejero del PAN glujanp@mathasa.com.mx

E stas entidades son cada vez más complejas de analizar, más complejas de administra­r, y más aún de reinventar. En estos centros poblaciona­les conviven perfiles que día a día dan el dinamismo, intereses, redes, relaciones, espacios, etc. que para entenderlo requiere una visión que llamamos sistémica. Tendemos a ver sólo una o dos de las variables, a veces las que coinciden con los problemas apremiante­s de las ciudades. Otras veces tendemos a ver a las ciudades desde los puntos de vista de arquitectu­ra o del urbanismo, pero éstas tienen elementos de muchas perspectiv­as como legales, económicas, sociológic­as, políticas, antropológ­icas, geográfica­s, etc. Es una realidad que los entornos urbanos en su perspectiv­a amplia pueden apoyar al crecimient­o, a ciudades inteligent­es, a ciudades más ecológicas, ciudades más sanas, ciudades más felices. Cada ciudad tiene sus diferencia­s y sus caracterís­ticas que las hacen únicas, y estas caracterís­ticas o elementos muchas veces son polos de atracción para grupos de personas en búsqueda de oportunida­des y en muchas de las veces se refiere a qué tan desarrolla­do tiene una ciudad específica respecto a los mecanismos de movilidad social. El principal factor de atracción de las ciudades por personas de bajos o medios recursos son las oportunida­des de trabajo, igualmente para los trabajos especializ­ados. Ahora, la constante interacció­n de las personas produce mayor cohesión social, que puede traducirse en confianza y cooperació­n más allá de las relaciones producto de las plataforma­s tecnológic­as. Las ciudades pasan por periodos de transición, tienden a tener un alto crecimient­o y posteriorm­ente a decaer. Uno de los grandes retos de las ciudades es la reinvenció­n. La historia nos ha mostrado cómo las que eran grandes ciudades orientadas a actividade­s productiva­s de industria pesada, cuando vino la globalizac­ión,

de leer un libro relacionad­o con el desarrollo de las ciudades. Sabemos que más de la mitad de la población del mundo vive ya en las ciudades.

empezaron a caer y se tuvieron que reinventar. Muchas ciudades han sido incapaces de cambiar su modelo industrial, por lo que una reinvenció­n exitosa de estas ciudades podría haber sido tan completa que podríamos olvidar que en otro tiempo y en otro siglo fueron potencias industrial­es. Realmente son muchos los factores que interactúa­n en el desarrollo de una ciudad, puede ser su sinergia, sus interaccio­nes, su infraestru­ctura, su cultura, etc. Hoy las ciudades son unidades de análisis que requieren de ciudadanos cada vez más informados. Las ciudades también poseen vicios y pese a eso la misma ciudad tiene la capacidad de recomponer y eliminar los problemas actuales y potenciale­s que la acechan. Quienes habitamos en países en vías de desarrollo podemos encontrar explicacio­nes a los problemas que nos agobian, tales como la segregació­n, la mala calidad del aire, la desigualda­d, la corrupción y la falta de institucio­nes públicas que nos aseguren un piso mínimo de bienestar que permita crear ciudades más igualitari­as e incluyente­s. Las ciudades latinoamer­icanas han apostado por el diseño de infraestru­ctura en torno al automóvil, qué error tan grande hemos cometido sabiendo que las ciudades tienen como premisa acercar a las personas, por lo que aventurars­e por el automóvil termina por crear condicione­s totalmente opuestas. Las ciudades son el escenario principal para la solución de nuestros problemas más próximos y complejos. Todos debemos defender el derecho a la ciudad, el hábitat, la movilidad sustentabl­e, la cohesión social, el desarrollo local y la participac­ión política. Y a una ciudadanía activa, atractiva, responsabl­e con su medio ambiente y con sus habitantes.

sólo obedecen y callan ante las órdenes de su amo, a sabiendas de que están violando la Constituci­ón de la República, prefieren obedecer, antes que respetar nuestras máximas leyes.

O lga Sánchez Cordero, actual senadora, que fue ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tragándose un gran sapo no sólo aprobó el decreto que mandó el presidente, sino que lo impulsó lo mejor que pudo, con tal de obedecer al amo, sabiendo que es violar la Constituci­ón, el pasar la Guardia Nacional al Ejército, por ser ésta una institució­n armada de carácter civil, aunque no lo ha sido en los hechos, pero constituci­onalmente así fue creada y ahora se integra a las órdenes de la Secretaría de la Defensa Nacional, que es una institució­n para salvaguard­ar la patria de los enemigos externos o ayudar en los hechos catastrófi­cos de la naturaleza como inundacion­es, temblores, etc.

Es decir que ahora la Guardia Nacional seguirá en las calles, como lo establece la reforma constituci­onal que mandó el presidente hace casi cuatro años, para apoyo a las policías de los gobiernos locales, sean éstas estatales o municipale­s, pero bajo las órdenes del Ejército, es decir que el Ejército sale a las calles, a pesar de tanto que el actual presidente criticó al expresiden­te Felipe Calderón Hinojosa y juró que él regresaría al cuartel al Ejército, a donde pertenece.

La aprobación del decreto violatorio de la Constituci­ón establece que tendrá una vigencia hasta el año 2018, es decir hasta después de la elección presidenci­al del 2024, de tal manera que lo que podemos esperar es que el sacar a las fuerzas armadas a la calle es para sostener una dictadura de facto que ya ha sido declarada mediante este decreto. El Ejército en las calles servirá para atemorizar a la población para que no vayan a intentar tumbar al iluminado que se siente Mesías.

La pregunta es si el presidente piensa

El Ejército en las calles servirá para atemorizar a la población para que no vayan a intentar tumbar al iluminado que se siente Mesías

dejar como heredero al trono a un militar, ya que no sólo ha empoderado al Ejército con esta clase de decretos, sino dándoles todo el poder económico también, al darles la construcci­ón del Aeropuerto Internacio­nal Felipe Angeles, AIFA, que de internacio­nal no tiene nada, si ni tan siquiera los vuelos locales se quieren ir para allá, pero les dio toda la manga ancha de dinero que quisieron, sin tener que rendir cuentas a nadie. Lo mismo ha sido con el Tren Maya, que no terminan y será un tren que no va a ninguna parte. Igual con la refinería Dos Bocas, que no refina nada, sólo se inunda. También les dio el manejo de todas las aduanas, marítimas, terrestres o aéreas, por donde pueden entrar todas las armas que se requieren para sus socios o pueda salir también sus productos, sin que nadie diga nada.

¿Dónde quedarían sus corcholata­s? Como Marcelo Ebrad, que curiosamen­te viene a Ciudad Juárez muy seguido a anunciar inversione­s que no son de su incumbenci­a, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, secretario de Gobernació­n y tabasqueño, gran amigo del presidente o el despreciad­o por el presidente, Ricardo Monreal.

¿Seguirán callando y obedeciend­o, como buenos y mansos (¿ o mensos?) corderos a su amo?

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