Ofrecerán concierto “Vargas Sinfónico”
A cargo de la Asociación Filarmónica del Estado, se realizará los días 28 y 30 de septiembre en Ciudad Juárez y en esta capital
En torno a la conmemoración de la Independencia de México y a través de su gira “125 Aniversario”, El Mariachi Vargas de Tecalitlán se une a la Orquesta Filarmónica del Estado de Chihuahua (OFECh), prometiendo dos conciertos sin precedente los días 28 y 30 de septiembre tanto en Ciudad Juárez como en Chihuahua capital, respectivamente.
En un esfuerzo conjunto por parte de empresarios chihuahuenses y el Gobierno del Estado, la Asociación Filarmónica de Chihuahua presenta “Vargas Sinfónico”, evento musical con fines recaudatorios en beneficio de las y los músicos de la OFECh.
Ayer se dio a conocer que ambos conciertos marcarán una pauta en la diversificación que la agrupación musical ofrecerá a su público con un inicio muy mexicano gracias a la colaboración del mariachi que a lo largo de décadas ha tenido la oportunidad de actuar con talentosos artistas, tanto en el escenario como en la pantalla grande.
Durante la reunión informativa se contó con la presencia de Iván del Prado, director artístico y musical de la OFECh; Federico Baeza Mares, a nombre del Consejo Coordinador Empresarial; Belem Villalobos, gerente de la OFECh, y Mariana Reyes y vía Zoom, integrantes del Mariachi Vargas de Tecalitlán. Asimismo se destacaron las
En la frontera del estado se realizará en el Centro Cultural Paso del Norte y en esta ciudad en el Teatro de los Héroes
así como en las oficinas Startickets (Ave. de las Américas No. 500 Local 5); en Ciudad Juárez en la taquilla del Teatro Víctor Hugo Rascón Banda, Centro Cultural Paso del Norte en horario de 11:00 a 18:00 horas.
Cabe mencionar que el Mariachi Vargas celebra más de un siglo de ser una de las agrupaciones musicales en su género más influyentes de la historia; bajo la dirección musical de Carlos Martínez, la actual sexta generación representa un nivel de artistas de clase mundial que se coloca entre la preferencia de jóvenes y adultos.
Por su parte, la OFECh con más de 27 años de trayectoria, celebra el esfuerzo de la comunidad chihuahuense por disfrutar de modo permanente una de las más altas expresiones de la cultura musical.
En vísperas de la Independencia de México, el mexicano se alza orgulloso de ser como es y lo que ha sido. Sin embargo, precisamente, en esa misma libertad amplia que otorga la independencia, surge la pregunta: ¿Qué es ser mexicano? Octavio Paz en El Laberinto de la Soledad publicado por primera vez en 1950, trata de dar una respuesta concisa que nos revele ante nosotros mismos los cómo y por qué de nuestros actos y pensamientos.
La identidad mexicana es un tema complejo, pues el distinguirnos y decir “soy esto y aquello” implica comprometerse con lo que se declara. En el libro, Paz analiza minuciosamente nuestros pormenores: desde el lenguaje común, hasta nuestras estructuras políticas. Este quehacer lleva al autor por un laberinto de pasillos altos y largos que parecen tener un fin concreto, pero que, al acercarnos, abre otra nueva posibilidad.
Nuestra idiosincrasia es presentada de una manera objetiva y sagaz, desmenuzada con escrutinio y precisión quirúrgica. Paz no hace un trabajo de juez ni de verdugo, por el contrario, meramente presenta al mexicano, o al menos, lo que él ha percibido de esa identidad escurridiza con la que nosotros nos movemos en el mundo.
El Laberinto de la Soledad, podrá haber envejecido mal en algunos aspectos y mantenerse vigente en otros, pero eso no quita que haya sido uno de los primeros intentos por traer a la luz nuestra identidad por uno de nosotros y tampoco demerita el trabajo arduo de haber propuesto una “forma de ser”. Si bien, podrá tener desaciertos, El Laberinto de la Soledad no se equivoca en algo: el mexicano es laberíntico, un ser que celebra la muerte y calla su llanto, quizá para después dejarlo ir en el alarido agridulce del mariachi, o confesarlo sigiloso entre canto de la música en la fiesta.
Y por último que, muy a pesar de estar acompañado, de su servilismo y su doble herencia, el mexicano, sin duda, está solo. Total y absolutamente solo.