Británicos rechazan las medidas contra inflación
LONDRES. Miles de británicos salieron a las calles el sábado para protestar contra la crisis del coste de la vida, mientras el gobierno asume mal su política presupuestaria después de una semana de caos en los mercados.
La inflación está en su punto más alto, la libra esterlina está en su punto más bajo y la preocupación aumenta a medida que se acerca el invierno.
El nuevo gobierno conservador de Liz Truss prometió una acción inmediata para hacer frente a la crisis, pero el anuncio de la semana pasada de recortes de impuestos masivos para los más ricos provocó más ira e incomprensión.
La mayoría de los británicos recibieron fríamente el "minipresupuesto" presentado por el gobierno la semana pasada. Los anuncios también sacudieron a los mercados y redujeron la libra esterlina a su nivel más bajo, lo que provocó la intervención del Fondo Monetario Internacional y del Banco Central.
Los ferrocarriles del Reino Unido estaban prácticamente parados ayer después de que los principales sindicatos ferroviarios convocaran una nueva jornada de movilización colectiva, la huelga más importante del año, para pedir un aumento de los salarios frente a una galopante inflación récord.
Es la primera vez este año que cuatro sindicatos de transportes -RMT, Unite, Aslef, TSSA- se coordinan para una jornada de acción común. Solo 11 por ciento de los trenes circulará en el país, con muchas regiones sin servicio.
Los ferrocarriles del Reino Unido dejaron de operar en protesta por el aumento de salarios frente a la inflación