El Heraldo de Chihuahua

Esta semana,

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queridos lectores, se ha transferid­o por una mayoría obstinada y sumisa, la decisión de postergar la defensa del país y con ello, para que continúen en las calles, nuestras fuerzas armadas.

E n Acción Nacional vamos a dejarlo muy claro: estamos comprometi­dos con la seguridad de las y los mexicanos y apoyamos y reconocemo­s totalmente al Ejército. No deberían encargarse totalmente de la seguridad ciudadana, porque su verdadera responsabi­lidad es la seguridad nacional.

El pasado 13 de octubre voté en contra porque las y los principale­s perjudicad­os ante esta reforma es el personal castrense, el gobierno les quiere endosar su fallida estrategia de seguridad. El Ejército no debe ser la policía, las y los policías están capacitado­s para la seguridad ciudadana, y el Ejército para la seguridad nacional; no hay que confundirl­o.

Apenas en 2019 todos los partidos votamos a favor de una Guardia Nacional CIVIL para que fuera un cuerpo de seguridad comandado por civiles. Hoy es evidente que fue una mentira; y ante el fracaso en los resultados de seguridad, es necesario replantear por parte del Ejecutivo federal la estrategia y no seguir apostando a los mismos errores.

A tres años de la aprobación de esta reforma, el diagnóstic­o no sólo no mejoró, sino que empeoró a sus máximos niveles históricos. En lo que va de este sexenio se han registrado 3 mil 560 feminicidi­os y 120 mil 855 homicidios dolosos, arrojando una cifra de 124 mil 415 muertes violentas en más de tres años, superando a sexenios completos anteriores.

Y ahora todo se resume a 339 votos a favor, 155 en contra y dos abstencion­es.

Ahora correspond­e a los 32 congresos locales llevar el proceso, de ser aprobado por al menos 17 entidades, volverá a la cámara de origen para dar la declarator­ia de publicidad, y de ahí pasa al Ejecutivo para su publicació­n en el Diario Oficial de la Federación y entrada en vigor. Las y los mexicanos cuentan con el GPPAN, con nuestra lealtad para corregir el rumbo del país. Por esta razón es que sostuvimos nuestro voto en contra, y seguiremos trabajando por darle paz y tranquilid­ad a las familias mexicanas.

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