Escalan las agresiones en campañas
Bolsonaro y Lula se acusan de ser amigos de criminales durante su primer debate rumbo a la segunda vuelta
SAO PAULO. El presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva se acusaron de ser amigos de criminales, durante el primer debate de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil.
Bolsonaro acusó a Lula de “tener un pacto” con el narcotraficante Marcos Camacho, alias Marcola, y aseguró que el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) estaba “rodeado de traficantes” durante un mitin celebrado en una favela de Río de Janeiro el pasado miércoles.
“Usted tiene amistad con bandidos. En la favela no había un policía a su lado, sólo había traficantes”, espetó Bolsonaro a Lula en uno de los momentos más tensos del primer bloque del debate, organizado por la televisión Band y otros medios.
Lula se rió de estas acusaciones, le echó en cara a Bolsonaro que asocie la criminalidad a la pobreza y le reprochó sus “amistades” con las milicias, como se conocen a las mafias formadas por policías en activo y retirados que controlan decenas de favelas de Río de Janeiro.
“Bolsonaro sabe que quien cuida del crimen organizado no soy yo. Quien tiene relación con milicianos no soy yo. Él sabe quién es. El crimen organizado que tiene relación con la muerte de Marielle”, dijo.
Lula aludió así al asesinato en 2018 de la concejal de Río de Janeiro Marielle Franco, conocida por su posición de combate a los grupos de milicianos, en un crimen que causó gran impacto internacional y que todavía está sin resolver.
En la primera vuelta de las elecciones, celebrada el pasado 2 de octubre, Lula fue el candidato más votado, con 48.4 por ciento, por 43.2 por ciento de Bolsonaro.
A dos semanas de la segunda vuelta, los ataques entre Lula da Silva y Bolsonaro se han intensificado en las campañas, que centradas en Dios y la corrupción en un juego en el que “todo vale”.
“¡La iglesia no es una palanca” política!, espetó Lula en un mitin en Río de Janeiro esta semana; “Lula va a regresar a la prisión”, afirmó Bolsonaro horas después.
“Ateo”, “miliciano”, “genocida”, “diablo” y “expresidiario” son insultos frecuentes estos días entre los dos candidatos, en una carrera donde aniquilar al contendor parece ser la consigna por la estrecha diferencia en las encuestas electorales.
El sábado, Bolsonaro fue centro de críticas opositoras por declaraciones en las que indicaba haber entrado a la casa de menores venezolanas en un barrio vulnerable tras generarse “un clima”.
Al criticar el viernes en una entrevista con influencers de futbol la situación de Venezuela y la vulnerabilidad de las mujeres inmigrantes en Brasil, citó una visita a Sao Sebastiao, una comunidad o barriada pobre en Brasilia, que realizó en abril de 2021, según la prensa local.
“Paré la moto, me quité el casco, miré a unas chicas, tres o cuatro, bonitas, de 14, 15 años, arregladas, en una comunidad. Se generó un clima (ambiente), volví. '¿Puedo entrar en tu casa?' Entré”, relató.
Por la madrugada, el presidente rechazó con indignación las acusaciones de “depravado”.