Frenar la inflación
Mucho se habla de la inflación estos días, y sobre todo de que debemos frenarla. Sin embargo, no se nos explica por qué se da este fenómeno y tampoco el cómo podemos frenarla. Empecemos por decir que es de suma importancia el pararla, ya que en los niveles actuales tiene los efectos de un impuesto regresivo, ya que ésta afecta más a los que menos tienen, por el hecho de que son las personas más pobres las que dedican una mayor proporción de sus ingresos al consumo, siendo también las que tienen una menor capacidad de negociación para negociar salarios más altos. Todo esto los hace más vulnerables a los incrementos de precios en comparación a los hogares de mayores ingresos.
Esta situación de reducción en los ingresos reales también tiene efectos sobre los ingresos gubernamentales ya que ésta ve reducidos sus ingresos y por lo tanto su inversión en bienes y servicios a la población se ven igualmente reducidos. Como ilustración podemos utilizar las siguientes cifras: los ingresos reales (descontando la inflación) de la Federación para el 2023 serán de 6.8 billones de pesos, muy cercanos a los 6.1 billones de 2020; esto significa que en tres años y con más déficit en los servicios públicos, el país tiene casi los mismos ingresos reales.
Debo anotar que esto no sólo se debe a una reducción de los salarios reales, sino al hecho de que la economía del país no ha crecido. Recientemente el Fondo Monetario Internacional ha publicado una cifra del crecimiento económico promedio anual para el sexenio del presidente López Obrador y que es de 0.3%, el más bajo en una generación. Esto es lo que hace más nociva la inflación imperante en el país, más dolorosa y sin esperanzas de reducirla el próximo año, ya que se seguirán, seguramente, las mismas políticas fallidas.
Por ejemplo, la relativa estabilidad en los precios, comparada a los de Estados Unidos, se ha dado a cambio de bajas tasas de crecimiento económico. Una tasa de interés alta, que es la variable más socorrida de combate a la inflación, desincentiva la inversión y el crecimiento y por lo tanto el empleo que hoy por hoy debería ser tema fundamental de este gobierno y no la de sus elefantes blancos que además de caros son inútiles.
Por último, cabe mencionar que la inflación no sólo afecta nuestra capacidad de consumo: también tiene un impacto sobre la deuda pública y la desigualdad. Debido a que el Banco de México está subiendo la tasa de interés, que se espera rebase en fecha próxima el 10%, de esa misma manera sube el monto del pago de la deuda pública, el cual según el presupuesto de egresos del gobierno para 2023 presentado al congreso será de cerca de 1 billón 200 mil millones de pesos.
Como vemos, la inflación es un fenómeno complejo con consecuencias sobre la desigualdad y nuestro bienestar, y que requiere de medidas urgentes para revertirla.