Pan de muerto, una tradición muy viva
Cumple la panadería Geryal tres décadas elaborando este manjar otoñal, ya sea para consumo cotidiano, ofrendas o eventos familiares PAN CON CAUSA
“Tenemos 30 años haciendo pan de muerto… es lo que tiene el negocio”, explica el señor Jesús Serrano, propietario de la panadería Geryal, tradicional negocio ubicado en las calles Riva Palacio y 29, de la colonia Santo Niño, añadiendo que el consumo de ese producto sigue siendo una tradición muy viva.
“Cierto que antes no era tanta la venta. Ahora se acostumbra, además de tradicional, hasta relleno por (cuestiones de) mercadotecnia. Unos (fabricantes) le ponen mermelada, otros Nutella… nosotros lo hacemos con cajeta”, agrega, fundamentando lo anterior con la carga de trabajo que tienen sus panaderos casi desde finales de septiembre.
“Estamos haciendo pan de muerto desde hace dos meses, para consumo cotidiano, en un principio. Pero los días fuertes de la temporada son los últimos del mes de octubre”, explica, diciendo que en estos días la producción aumenta de un modo casi exponencial.
Empero, aún puedes hacer tus pedidos a los teléfonos 614-124-9499 o 614-2815169. No importa la cantidad, se te surtirá en tiempo y forma.
EL SECRETO
Por estas fechas, el ya mencionado manjar otoñal se convierte en el producto estrella de Geryal. Por una parte, don
Jesús concede ese mérito a su arraigada clientela. “A nosotros siempre nos ha funcionado esa publicidad que se llama de boca en boca”, manifiesta, agradecido por cómo sus parroquianos platican de la calidad, el servicio y el sabor del pan que hace.
En este último aspecto radica la otra parte del éxito de su pan de muerto. De acuerdo con su hacedor, quien sigue al pie de la letra la receta que le enseñó su padre, la ralladura de naranja es lo que hace fuerte su producto en el gusto de la gente.
Lo anterior se complementa con la adecuada combinación de mantequilla, huevo, azúcar y harina. Con respecto a su presentación exterior, la apetecible cubierta dorada se espolvorea con azúcar y canela… previa barnizada de mantequilla fundida.
“Además, nos distingue un estilo tradicional a la hora de hacer el pan, en este caso en particular, el de muerto; la hechura es a mano y, muy importante, el cocimiento se lleva a cabo en horno de piedra”, remata en ese sentido.
Industrializado o artificial son dos palabras que no caben en el léxico de Geryal. “Los sabores que usamos son naturales… así como me lo enseñó mi papá”, manifiesta, dando su debido crédito a los maestros panaderos, que han dejado su legado en cada pieza que se podría calificar casi, casi como artesanal.
“Ahorita tenemos un pedido grandecito de 100 piezas para este sábado (28) para una actividad que va a hacer una asociación en el (Club) Campestre”, informa el señor Serrano, quien tiene la costumbre no sólo de vender, sino de elaborar “pan con causa”.
Él ayuda a asociaciones civiles o a personas que necesitan recabar fondos para determinada causa, sacrificando una parte su ganancia para que aquellos que hacen la actividad altruista puedan tener utilidades.
Ayudar a los demás es sólo una de las muchas satisfacciones que Geryal le ha dado a don Jesús. “También tener a mi familia unida… el haber hecho un negocio donde se involucra a muchas familias, para bien… (haber pagado) la carrera de mis hijos… mi casa… pero la (satisfacción) más importante es la de estar en el gusto de la gente”, finaliza.