Lula, recibido como héroe en la COP27
SHARM EL SHEIJ. Recibido como un héroe de la causa medioambiental, el presidente electo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva levantó ayer los ánimos de los activistas en la cumbre climática COP27, algo alicaídos por el férreo dispositivo de seguridad y el aislamiento de la conferencia.
“Representa un giro después de una oleada de derecha populista y antiecológica”, declaró Melissa Yokoe Ashbaugh, una estudiante de la universidad de Connecticut que contemplaba la espera, plagada de cánticos, de los seguidores del líder izquierdista.
Los agentes de seguridad de la ONU tuvieron que cerrar, por exceso de público, el acceso a la sala donde habló Lula, que a parte de una voz algo ronca, muestra vitalidad en sus intervenciones públicas.
“Brasil está de vuelta”, declaró, suscitando el entusiasmo y los vítores de sus seguidores brasileños, pero también de decenas de curiosos, incluso de delegados oficiales.
“El aire está electrizado con esperanza y expectativas”, clamaba un comunicado de la organización World Resources Institute.
Lula propuso organizar la conferencia del clima de la ONU de 2025 en la Amazonia y advirtió que sin protección de los bosques tropicales no habrá “seguridad climática”.
El exsindicalista de izquierda dijo que como parte de su política climática creará un ministerio de Pueblos Originarios, cuando el 1 de enero inicie su mandato.
“Vamos a acabar con el proceso de degradación que están viviendo nuestros bosques tropicales”, proclamó.
No puede haber “seguridad climática en el mundo sin una Amazonía protegida”, dijo luego en otro acto abarrotado de gente.
En tanto, la COP27 empezó la negociación sobre su declaración final, en la que las finanzas para paliar los efectos del calentamiento centrarán toda la atención.
Sin embargo, los países estuvieron lejos de acordar ayer los contornos de un acuerdo climático, y el anfitrión instó a los negociadores a resolver sus diferencias antes de que se cumpla el plazo del fin de semana.