En 2005, la Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estableció el Día Mundial de la Filosofía, el cual se celebra el tercer jueves de noviembre. Esto se hizo con el propósito de reconocer e impulsar dicha disciplina y su enseñanza.
Instituciones y especialistas en el campo educativo han subrayado, de manera especial, la enseñanza de la filosofía en los niños y jóvenes, por tratarse de un estudio que potencializa la razón y valora la libertad y el compromiso con el conocimiento del mundo y de uno mismo.
Al entender la filosofía como una disciplina donde el pensamiento crítico es el protagonista, se alcanza a ver la importancia de su contribución en el desarrollo pleno, integral, de los seres humanos. Esto implica el reconocimiento del humanismo que encierra el ejercicio filosófico.
Donde se impulsa y se protege la filosofía seguramente hay una preocupación por la libertad y el pensamiento. Por tanto, donde se impulsa y se protege la filosofía hay una atención a inquietudes y derechos fundamentales de las personas.
Aquí radica, desde mi punto de vista, la necesidad de la filosofía: que corresponde a derechos que tenemos como seres humanos, tales como la libertad, la cultura, la educación, la participación cívica, la manifestación de las ideas.
La filosofía da fundamentos para vivir en un marco de valores y el respeto a los mismos; fomenta la argumentación y la discusión bajo normas de razón; promueve la tolerancia ante las diferencias y alienta a descubrir nuestros errores para su enmienda obligada bajo el principio de honestidad.
En la actualidad nos hallamos ante olas imponentes de mentiras, las cuales nos llevan al escepticismo y/o al relativismo. La moda de la posverdad no parece menguar, mientras que la manipulación se convierte en una virtud de comunicadores mercantilistas y políticos sin escrúpulos.
Para hacer frente a esto, se necesita el pensamiento crítico, una formalidad cimentada en reglas de razonamiento, un
compromiso con la verdad, una determinación contra la mentira y la defensa del valor que tiene el conocimiento.
El Observatorio Filosófico de México, la Asociación Filosófica de México y el Consejo para la Acreditación de Programas Educativos en Humanidades, han cuestionado que la Secretaría de Educación Pública desaparezca la materia de Filosofía del currículo del nivel medio superior. (*)
Ya no habrá “Filosofía” o “Temas de Filosofía” (igual pasa con la “Ética” y la “Lógica”) en el bachillerato, aunque la defensa oficial indica que ese contenido va implícito en la materia de “Humanidades”, la cual va secuenciada en tres de los seis semestres del bachillerato.
Los defensores de la filosofía en la escuela indican que la filosofía no debe confundirse con las humanidades, ni reducirse a ellas. El cambio de nombre trae cambio de contenido, se dice, y además contraviene el artículo tercero de la Constitución y la Ley General de Educación.
La filosofía tiene su valor por sí misma, por encima de su relación con las humanidades. La filosofía no es las humanidades, ni éstas son aquella. Necesitamos de la filosofía por su valor intrínseco y perene.
Los jóvenes necesitan pensar críticamente, pensar libremente, involucrarse en las discusiones con los argumentos correctos, bajo el respeto hacia sus semejantes, siempre en un marco de tolerancia y con vocación por el conocimiento. Nada más.
*Observatorio Filosófico de México. (16 de agosto de 2022) La desaparición de la filosofía en la educación media superior. https://www.youtube.com/watch?v=gkAzl6SFB2I