CORRUPCIÓN Y CARENCIA
vemos es claramente patrones y aspectos que estaban ahí en los últimos años. En 2012 se asesinaban cinco mujeres, hoy se mata a 11 al día. Ha venido aumentando y me preocupa porque se generan muchos mecanismos, políticas, pero quedan cortas ante la problemática y las grandes deudoras son las Fiscalías”, dice María de la Luz Estrada, coordinadora ejecutiva del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).
Por su parte, Elizabeth Martínez, presidenta de Familias Unidas por una Causa A.C., destaca que a pesar de que la violencia contra las mujeres viene de tiempo atrás, ha crecido: “En este tiempo, en este gobierno, sí hemos visto que se ha incrementado. ¿Por qué? Porque cualquiera puede desaparecer o matar a una mujer, mientras no haya un castigo ejemplar”.
Aunado a esto y a pesar de que las autoridades promueven políticas públicas para prevenir la violencia de género, persisten carencias, corrupción y falta de investigación del Ministerio Público y las Fiscalías, por lo que sigue la impunidad.
María de la Luz Estrada explica que se han hecho muchas acciones, como marcos normativos, protocolos y políticas públicas. Sin embargo, el problema es que no se implementan.
PERSISTEN carencias, corrupción y falta de investigación dentro de las agencias del Ministerio Público y las Fiscalías, por lo que los hechos quedan impunes.
“No se evalúa, hay que fiscalizar. Pero también estamos ante contextos más complejos. La violencia contra las mujeres se tiene que revisar, ya está sobrediagnosticada, pero no se profundizan estos contextos graves que vulneran los derechos de las mujeres, o sea, el patrón cada vez más claro de desaparición, de feminicidio.
“Está muy diversificada la violencia. Si bien hay estados que no tienen la tasa tan alta de violencia, a lo mejor tienen otros tipos de violencias, como los asesinatos con características de feminicidios o desaparición (...) La cuestión es que el mecanismo funcione, se generen medidas adecuadas para poder erradicarla”, dice.
A esto agrega que se luchó porque fueran Fiscalías autónomas: “pero jamás hubo una reingeniería y pues se siguió con personal que es corrupto. Y por otro lado se han creado Fiscalías especializadas para atender los feminicidios, pero al final no tienen nada de especializado y siguen negándose, resistiéndose a acreditar las razones de género, que es muy importante acreditar para saber cuáles son esos factores que ponen en riesgo a las mujeres”.
La presidenta de Familias Unidas por una Causa puntualiza que se ha apoyado a las organizaciones civiles y algunas autoridades se han sumado a crear campañas de prevención, justo para que la mujer visibilice y no normalice este tipo de violencia, al igual que la creación del violentómetro, donde se puede detectar como sube el nivel de violencia.
No obstante, esto sólo es preventivo. “Pero cuando ya el hecho está, si necesitamos que haya un castigo, para que ningún hombre piense que se puede arrebatar la vida de cualquier mujer”, insiste.
Pero no todo queda en el actuar de las autoridades, también se debe erradicar la violencia desde los núcleos familiares, la sociedad, las escuelas, lo mismo que desde los lugares de trabajo.
Para evitar este tipo de violencias, se debe empezar desde casa; empezar nosotras como madres de familia a no fomentar el machismo, donde haya equidad tanto para los mismos quehaceres de la casa que los puede hacer el hombre o la mujer; donde la mujer no se sienta hasta que termine el hombre de comer o hasta que le sirva. Si debemos de cambiar esas costumbres, describe Elizabeth Martínez.
ELIZABETH MARTÍNEZ PRESIDENTA DE FAMILIAS UNIDAS POR UNA CAUSA A.C.