Estimado lector, lectora,
Chihuahua está desarrollando la cultura del vino, tanto beberlo como conocerlo, y también está ya encaminada en algo mejor: plantar viñedos. Nuestro estado está en la franja del vino entre los paralelos 30 y 40 de la zona norte. Y me asombra cómo los agricultores se lanzan a sembrar la parra apenas conociendo su comportamiento y con muy escasos conocimientos sobre hacer vino, confiando en que la providencia les enviará un lugar donde se los hagan. ¿Y qué cree? Pues también esas empresas están surgiendo.
Por eso hoy le traigo el tema de la uva reina del mundo, que así es llamada la Cabernet Sauvignon porque es la varietal más plantada y porque se adapta a todo tipo de clima y suelo, como su brote es medio tardío se acomoda en regiones, incluso con
frío, donde los últimos fríos pueden helar el fruto. Además, es capaz de darse entre piedras y arena.
El color de la piel de la uva es azul profundo y nos da vinos de color violeta oscuro. Como los frutos del racimo tienen la piel muy gruesa esto hace que la maceración sea óptima, es decir, que el jugo se impregne bien de las esencias que trae el hollejo. Así es como resulta un vino muy aromático, muy potente, con taninos muy pronunciados que, además, lo hacen muy apropiado para darle tiempo en barrica. El tiempo en barrica lo va a redondear, a pronunciar sus sabores y sobre todo a agregarle las esencias de la madera.
Al meter su nariz a una copa de Cabernet Sauvignon encontrará aromas como pino, chocolate negro, a mermelada de frutos rojos. En boca hallará una sensación picosita como de pimiento morrón, herbácea como de menta, mineral como de hierro o tierra. Los vinos hechos con Cabernet Sauvignon son muy intensos, se aprecia la potencia de sus taninos en boca.
Cabernet Sauvignon son palabras francesas que significan caverna salvaje y se cree que se le llamó así porque era una variedad natural que crecía cerca de las cavernas, allá por 1700, en Europa. Esta varietal ha ido conquistando paladares y poco a poco, en el mundo de la vinicultura, se volvió la consentida, sobre todo porque un buen día se le mezcló con Merlot, y con su pariente Cabernet Franc y de ahí surge la famosa mezcla bordolesa.
Una buena noticia es que en Chihuahua esta variedad se da perfectamente, así que tenemos vino del mejor.
Búsqueme en Face como Vinícola Diez González y le invito un vinito.