"Luna llena", de Shimazaki
La vida de las personas cambia por diferentes motivos, la enfermedad, es uno de los más comunes. El matrimonio entre Tetsuo y Fujiko, se ve, repentinamente afectado por el Alzheimer de Fujiko y todos los secretos personales y del matrimonio que se develan a partir de este.
Quiero empezar diciendo que, al principio, no sabía como me hacía sentir el libro. Parecía tan soso y conmovedor a la vez que, simplemente, no podía atinar una emoción concreta. Sin embargo, al terminarlo, pude entenderlo: era melancolía y tristeza. Si bien, el tema en sí es triste, pues, una pareja de ancianos repentinamente pierde su pasado juntos cuando Fujiko, esposa de Tetsuo, no logra recordarlo más debido al deterioro del Alzheimer, la prosa de Aki Shimazaki lo exacerba. El estilo de Shimazaki es sobrio, breve. No dice más de lo que necesita y, sin embargo, es sugestivo y emotivo a la vez. Quizás su potencia se deba a su brevedad, a esa capacidad de sugerir las emociones en vez de exponerlas.
La novela es silenciosa, después de todo, los protagonistas son dos ancianos viviendo en una casa de retirados. No hay sobresaltos, no hay gritos, ni peleas. Tetsuo, a pesar de ser un anciano amoroso ahora, tiene su pasado vil que atormentó a Fujiko hasta que el Alzheimer devoró aquellos recuerdos. Ahora, debe de empezar de cero su relación con su esposa quien ahora apenas si reconoce a Tetsuo como su novio. Lo único que ella recuerda con claridad es el diferente estridular de las cigarras.
Entre las intrigas que su olvido le revela, es la aventura de Fujiko con un músico en una noche de luna llena y, el hecho de que ella deseaba divorciarse de Tetsuo desde hace mucho pues su matrimonio era uno arreglado por sus padres.
Encantador, desolador y emotivo son los tres adjetivos con los que yo describiría a este libro que, al final, logrará romper el corazón de varios de sus lectores.