Conagua no descarta que cumpla Chihuahua
Blanca Jiménez, titular del organismo, habla de la negociación para cumplir la entrega de líquido a EU según el tratado de 1944
Atres semanas de que venza el plazo para que México cumpla con la entrega de agua a Estados Unidos conforme al tratado de 1944, la Conagua asegura que sí hay opciones, pero éstas deben ser aceptadas por la contraparte estadounidense, aunque claro, no se descarta que Chihuahua contribuya como debería ser, dice la titular del organismo, Blanca Jiménez.
“Sí hay alternativas, se están explorando todas, pero tienen ventajas y desventajas”, responde la funcionaria en entrevista con El Sol de México sobre las negociaciones que están en marcha a través de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos (International Boundary and Water Commission) y el organismo nacional.
El tratado de 1944 regula cómo los dos países se reparten el agua de los ríos Colorado y Bravo, que forman parte del límite territorial entre ambos. Derivado de este acuerdo, la región norte del país recibe cada año un volumen de mil 850 millones de metros cúbicos del primero y aporta 432 millones de metros cúbicos por año (dos terceras partes) del afluente del segundo, para completar dos mil 158 millones de metros cúbicos en cada ciclo de cinco años, el último iniciado en 2015.
México tiene hasta el 24 de octubre para entregar al vecino del norte la totalidad de la parte que le corresponde. De acuerdo con la Conagua, el país aún debe 270 millones de metros cúbicos y para ello debe utilizar el agua almacenada en la presa La Boquilla, en el estado de Chihuahua, tomada desde el 3 de septiembre por agricultores de la zona, quienes se niegan a la extracción porque aseguran que se les dejaría sin el líquido suficiente para poder cultivar, debido a la sequía que ha afectado a la zona.
Ante el escalamiento del conflicto que provocó el rompimiento entre el gobernador, Javier Corral, y la Federación, la Conagua valora otras opciones, aunque Blanca Jiménez insiste en que el tratado establece explícitamente que para cumplir con la entrega de agua sólo se pueden utilizar seis ríos tributarios o “no aforados”: el Conchos, que está en Chihuahua; Las Vacas, San Diego, San Rodrigo y Escondido, que están en Coahuila, y El Salado, en Nuevo León y Tamaulipas.
La funcionaria explica que como alternativas se pueden utilizar los ríos que se llaman “no aforados”, además de que se puede cambiar el porcentaje: de todos los ríos, una vez que llegan al Río Bravo, un tercio del agua se va para Estados Unidos y dos tercios para México. Se puede cambiar, por ejemplo, que en lugar de que vaya un tercio a ese país sea hasta 100 por ciento, precisa.
Menciona que en otras ocasiones se han utilizado otros ríos que ya están muy bajos, cerca del Golfo, pero esto debe ser aceptado por Estados Unidos y sus usuarios. “Estamos todavía en negociaciones a través de la CILA y por eso no puedo especificar en este momento una solución en particular. Y claro, tampoco se descarta que Chihuahua siga contribuyendo, que es lo que debería ser”.