Ni cerraduras ni cerrojos
"No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente". Virginia Woolf
El próximo lunes 8 de marzo es el […Día Internacional de la Mujer…]; desde luego que no es un día para conmemorar; por el contrario, se trata de reconocer que históricamente las mujeres han tenido que enfrentar: discriminación, disparidad, opresión e injusticia, ya que día con día luchan por una sociedad más igualitaria.
Una conmemoración, que nos permite detenernos para conocer los retos, a los que el género femenino se ha enfrentado a lo largo de los años, e intentar salir del ámbito privado al escenario público.
Un escenario en el que cientos de mujeres han heredado un mundo tal vez más equitativo y menos adverso, pero no completamente justo.
No podemos dejar de mencionar, que es un día para considerar que la misoginia y el machismo, tienen un lugar constante en nuestra cultura.
Recordemos que el machismo tiene un fuerte ingrediente de ideología religiosa en nuestro país, donde estamos muy lejos de ser una sociedad equitativa.
Por otro lado los términos: macho, machismo o machista, han pasado a ser parte del lenguaje cotidiano en nuestro país, tanto del habla común como dentro del ámbito académico.
El término macho surge durante los acontecimientos revolucionarios, entre 1910 y 1915; pero su popularidad es un poco posterior, ya que prevalece en la literatura y en la cinematografía, cuya inspiración nacionalista, pondrá en escena a una región idílica, […Jalisco…], habitada por “jinetes machos, valientes y seductores”.
Curiosamente los “machos” se convirtieron en los responsables del cambio, gracias a la supuesta valentía y la imagen de “héroes patrioteros”, en el famoso porvenir de nuestro país; imagen que vemos
Curiosamente los “machos” se convirtieron en los responsables del cambio, gracias a la supuesta valentía y la imagen de “héroes patrioteros”, en el famoso porvenir de nuestro país; imagen que vemos en el cine y en las novelas compulsivas de televisión
en la cinematografía y en las idílicas novelas compulsivas de televisión, que nos muestra a ese “macho” supuestamente noble y valeroso, incluso simpático, o problemático, también al celoso, alcohólico y violento, sin faltar el dicharachero y conquistador. No olvidemos que la realidad social es construida; así que la cultura es responsable de las aparentes diferencias en la sociedad.
Sabemos que este día se conmemora alrededor del mundo, para hacer consciencia sobre la importancia de empoderar a las mujeres, en todos los entornos, de proteger sus derechos y garantizar que éstas puedan alcanzar todo su potencial.
Recordemos que los orígenes surgen en 1910, cuando un grupo de mujeres de 17 países se reunieron en Dinamarca, por dos motivos: fortalecer el avance en la igualdad de género y la defensa de los derechos de las mujeres e impulsar la universalidad del voto femenino.
Destaca la petición de Clara Zetkin, política alemana, quien proclamó el ía 8 de marzo como […Día de la Mujer Trabajadora…] Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague de ese año, se estableció el Día Internacional de la Mujer, que se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.
Fecha que posteriormente se oficializo por Naciones Unidas en 1975.
Sabemos que en este momento, las mujeres del mundo desean y merecen un futuro igualitario, sin estigma, ni estereotipos, ni violencia, con igualdad de derechos y oportunidades.
Pero para lograr este objetivo, el mundo necesita mujeres en todas las mesas donde se tomen decisiones.
Mujeres líderes con gran fuerza como: Margaret Thacher, Indira Ghandi, Golda Mier y muchas más, cuyo ejemplo prevalece en las mujeres del S XXI.
Sin embargo esto no es suficiente, las mujeres siguen sin tener representación en la vida pública y la toma de decisiones, tal y como refleja el reciente informe del Secretario General de las Naciones Unidas, donde refiere que las mujeres son jefas de Estado o de gobierno en 22 países, y únicamente el 24.9 por ciento de los parlamentos son mujeres.
A este ritmo la igualdad de género, tardará por lo menos 130 años.
Sabemos que todo cambio implica enfrentar los retos y desafíos del S XXI; ya que no podrá haber ningún cambio mientras prevalezca el machismo tradicional y hostil que claramente atenta contra la equidad de género; además de generar violencia y desajuste en la sociedad.
Clarice Lispector, en “Agua Viva”, menciona: […En esta sociedad enmarañada, la palabra es mi cuarta dimensión…]