MAESTROS CONTRA DICTADURAS
>> Crímenes de estado y profesores que los han enfrentado
El próximo miércoles 15 de mayo será el día del maestro. En todo el país se hablará de esos educadores que de alguna forma u otra nos cambiaron la vida en nuestros años de estudiantes. Como en toda profesión, los hay buenos, malos y entrañables. A lo largo de la historia han existido profesores que no solamente enfrentan la ignorancia y el analfabetismo, sino también a muchos de los peores dictadores que han vivido a lo largo del siglo XX, poniendo por delante el conocimiento y combatiendo una de las fuerzas más poderosas que existen: el odio ciego.
En el marco del día del maestro, esta semana recordaremos a los maestros que han luchado contra uno de los peores crímenes que existen: el perpetrado por el poder.
Un caso muy oscuro ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial fue el de la Masacre de Profesores en Leópolis, Ucrania, ocurrida del 3 al 12 de julio de 1941. En total, fueron 25 académicos e intelectuales asesinados por el comandante nazi Karl Eberhard Schöngarth.
En aquellos años previos a la llegada del nazismo, Leópolis era un importante centro cultural, donde convergían artistas y gente de letras. Por desgracia, el 30 de junio fue tomada por los nazis, tras lo que se conoció como la Operación Barbarroja. Fieles a su estilo, los soldados empezaron a reprimir a la población, y pensaban que al matar a intelectuales y académicos evitarían toda clase de actividad antinazi. Después de todo, cualquier dictadura sea de izquierda o de derecha desprecia la libertad de pensamiento.
Una de las primeras víctimas fue Kazimierz Bartel, quien había sido primer ministro de Polonia, además de un destacado profesor de matemáticas y rector universitario. Su muerte fue una de muchas: el resto serían golpeados hasta la muerte, noqueados con bayonetas o fusilados.
Schöngarth fue juzgado en Nuremberg al término de la guerra, y ejecutado en 1946. El 3 de julio de 2011, se inauguró un monumento a las víctimas, ya que el anterior había sido grafiteado con mensajes de xenofobia.
CASO DEGOLLADOS
Sin duda, la dictadura de Augusto Pinochet es uno de los pasajes históricos más oscuros y sangrientos no solo de Chile, sino de toda Latinoamérica. Entre los miles de muertos y desaparecidos, está el caso de Juan Manuel Parada, Manuel Guerrero Ceballos y Santiago Nattino, víctimas del llamado ‘Caso Degollados’. De los tres, el segundo era profesor.
Todo comienza la mañana del jueves 28 de marzo de 1985, cuando Nattino, quien era publicista, fue abordado por un hombre que lo encañonó. Un día después, el profesor del colegio Latinoamericano Manuel Guerrero y el jefe del departamento de Análisis
de la Vicaría de la Solidaridad, Parada fueron secuestrados en vía pública. Otro profesor intentó detener al perpetrador, pero fue baleado.
Los tres enemigos de la dictadura fueron llevados la DICOMCAR, LA Dirección de Comunicaciones de Carabineros, quienes orquestaron el crimen. Aquel era un organismo de Inteligencia que existió entre 1983 y 1985, durante el mayor auge de la dictadura de Pinochet. Una vez a merced de los Carabineros, los tres profesionistas fueron salvajemente golpeados, torturados y finalmente, degollados. De allí el nombre del caso.
Posteriormente sus cadáveres fueron dejados entre unos matorrales, cerca del aeropuerto Pudahuel. Los hechos desconcertaron, indignaron y aterraron a la sociedad chilena de la época. La información oficialista hizo creer que todo fue resultado de una pugna entre comunistas, pero con el paso de los años la verdad saldría a la luz. En 1994 se condenó a tres miembros involucrados, pero desde 1997 solo cumplía condena el verdugo Miguel Estay, quien murió en 2021 debido a complicaciones de salud por coronavirus. Desde 2006, hay un monumento inaugurado por la entonces presidenta Michele Bachellet.
Sin más, lo que queda es recordar a todos esos profesores y profesoras que,