LOS CAPRICHOS Y EL DESCARO
Cualquiera era bienvenido. Se echaba mano de todos y de todo. Con el paso de tiempo hubo seguidores de todo tipo Y a todos se les abría la puerta
Cuando el movimiento de Andrés Manuel López Obrador —mucho antes de Morena ya formalmente instituido—, era una prédica, una convocatoria o una errabunda
cualquier adhesión generaba gratitud.
En muchas ocasiones el actual Presidente, en sus recorridos — megáfono en mano— por serranías y comunidades apartadas consideraba un éxito reunir a cinco personas en un mitin. Perseverancia. Y más perseverancia. Cualquiera era bienvenido. Se echaba mano de todos y de todo. Con el paso de tiempo hubo seguidores de todo tipo. Fracasados, tránsfugas, farsantes, mentirosos, oportunistas, falsarios. Y a todos se les abría la puerta. Y algunos pasaron más allá de la puerta.
Hoy las cosas son distintas. Todos quieren estar en el presupuesto y Morena puede elegir (y equivocarse, como suele suceder), pero entre todos quienes se anotan o se pasean para ser vistos sigue habiendo una fila enorme de farsantes, mentirosos, tránsfugas y acomodaticios. Es la condición humana.
Y por eso vemos ejemplares como Cuauhtémoc Blanco, cuya mayor habilidad en la vida está en sus pies, llegar al gobierno de Morelos (PES) y aspirar al segundo cargo ejecutivo, en este caso en la capital del país (Morena). Su declinación sólo confirma su desmesura.
Y en ese mismo tenor se expresa la más reciente ocurrencia de nuestro viejo conocido, el merolico doctor Hugo López-Gatell, mejor conocido como o cuyas aportaciones al mamacallismo, como una de las bellas artes, no pueden ser olvidadas, pero ni con ellas logrará tumbar a García Harfuch. Conseguirá otra cosa, pero esa, no.
Con todo y su éxito, Morena no tiene gente de primera. O no tanta como necesita.
Y para no olvidar la demostrada estulticia aduladora de le repito una —entre tantas— de sus célebres tarugadas. No tiene desperdicio:
“…La fuerza del Presidente es moral, no es una fuerza de contagio (de COVID), en términos de una persona, un individuo que pudiera contagiar a otros. El Presidente tiene la misma probabilidad de contagiar que tiene usted o que tengo yo, y usted también hace recorridos, giras y está en la sociedad.
“El Presidente no es una fuerza de contagio. Entonces: no, no tiene por qué ser la persona que contagie a las masas, o al revés, como lo dije antes, o al revés.”
En ese mundo extraño de Morena las cosas son como son, pero también como no son.
“O al revés”.
Los contratos, la casa, la tesis que no es tesis. Tres contra Xóchitl Gálvez. Y los tres sin hundirla… todavía.
México ha devuelto a su país a 34 mil 557 migrantes extranjeros.
OEl 79.6% son hombres y el 20.4% son mujeres.
OPor retorno asistido, 28 mil 336 migrantes; y 2 mil 988, por deportación.
O3 mil 203 migrantes devueltos, niñas, niños y adolescentes
O1A 2 3
• TODOS QUIEREN ESTAR EN EL PRESUPUESTO Y MORENA PUEDE ELEGIR (Y EQUIVOCARSE, COMO SUELE SUCEDER), PERO ENTRE TODOS QUIENES SE ANOTAN O SE PASEAN PARA SER VISTOS SIGUE HABIENDO UNA FILA ENORME DE FARSANTES, MENTIROSOS...