La fortaleza de AMLO
Los estudios de las principales casas encuestadoras y medios de comunicación coinciden en un dato: 7 de cada 10 mexicanos aprueba la gestión de Andrés Manuel López Obrador a un año de su Gobierno. El 70% de la población en México. Es una aprobación muy alta. No lo dicen medios afines: Desde El Financiero, donde uno de los mejores encuestadores nacionales, Alejandro Moreno, las realiza, hasta la de ayer del periódico crítico sistemático del lopezobradorismo, Reforma. Este último va más allá: Muestra cómo en todos los programas sociales y de bienestar son aprobados y, lo más impactante, los proyectos polémicos desde el Tren Maya, la cancelación del aeropuerto, la Guardia Nacional. Algo que casi ningún político tiene: Las crisis de seguridad las resistió. Obvio, le bajaron puntos. Pero llega con un nivel de aceptación arriba de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en el primer año. La corrupción, que es la herencia del régimen anterior, disminuye en percepción nacional: El 17% la veían en marzo como un principal problema y, ahora, el 7%. Es inédito. Somos campeones internacionales en este tema y hay un avance. Todos los rubros le son aprobados salvo 2: Seguridad y economía. La primera está claro que el Presidente apoya fuertemente a Alfonso Durazo. Sabe que él no es el problema. Su proyecto le apuesta a las causas de la violencia y no a más sangre. Es por eso que quienes quieren ver a Durazo fracasar que esperen sentados porque se trata de un plan presidencialista. Ayer fue claro el Presidente en su discurso del origen de la guerra contra el narcotráfico que descompuso a México. ¿Por qué AMLO llega tan fortalecido a un año de su gestión, pese a los múltiples problemas que tenemos como País? Podemos encontrar una explicación en la teoría de Thomas Piketty, el economista de moda de la Escuela de París, el nuevo pensador en este rubro que sus con obras revoluciona al mundo. Abrió primero el debate mundial de la desigualdad de renta y patrimonio con “El Capital del Siglo 21”. En su nuevo libro que reseñan en una entrevista que le hace El País de España, llamado “Capital e Ideología” propone un catálogo para refundar el capitalismo. La gente está insatisfecha, emocional, social y económicamente con las instituciones porque no ven crecer su economía, el dinero se concentra en pocas manos y los responsables son impunes. Piketty propone una especie de socialismo participativo. Una economía circular en el Mundo. Por ejemplo: “Un impuesto que permita dar a todo el mundo 120 mil euros a los 25 años”. Señala que la mitad de la población global no tiene patrimonio. Mucho menos asegurado su futuro. Por eso propone una redistribución de la riqueza y límites en la propiedad privada. Es el debate mundial: En Estados Unidos se propone cobrar impuestos a los más ricos del 70% dependiendo su fortuna. Hace un año se cambió un estilo de Gobierno y forma de hacer política desde la Presidencia. AMLO entendió lo que venía y lo que se necesita, a su estilo y con muchos cuestionamientos, pero se ha tomado en serio la redistribución del dinero. Hacer una economía circular donde los apoyos lleguen desde los abuelos hasta estudiantes, amas de casa. Para sus críticos es populismo y debería ese dinero canalizarlo a programas o instituciones. Ocurre que eso no produjo los cambios esperados, salvo honrosas excepciones de programas. A la mitad de los hogares mexicanos llegan los programas sociales de AMLO. A la mayoría de los indígenas les toca apoyos, lo que nunca. La gente está viendo que el dinero no se queda sólo en los grandes proyectos que quieren los empresarios. Hay una economía circular de arriba hacia abajo. En Chile, Colombia, en los países de América Latina donde hay inconformidad con el sistema político es por lo mismo: No alcanza el dinero. Sus gobernantes se llenaron de corrupción y no cumplieron. México ya tuvo su revolución y fue con votos. Pacífica. Sí, la economía se estancó. Como dijo Carlos Slim: Era el pronóstico. Viene una inversión sexenal de más de 859 mil millones de pesos. Eso activará a varios sectores. Ahí reside la fortaleza de AMLO: Entendió el mensaje económico, cambió las reglas del juego. No habla lo que los periodistas, empresarios, intelectuales y políticos queremos. Aunado al desmantelamiento de la imagen presidencial intocable: Se traslada en un jetta, vendió el avión presidencial, viaja en vuelos comerciales, etcétera. Y le ha funcionado. Los estudios avalan su ejercicio de Gobierno.