El Imparcial

Peso fuerte

- SERGIO SARMIENTO Twitter: @SergioSarm­iento En Internet: www.sergiosarm­iento.com Facebook: Sergio Sarmiento (oficial)

GUADALAJAR­A, JALISCO.- La economía se ha estancado, la inversión fija y la construcci­ón se han desplomado, pero el peso se mantiene sólido. ¿Por qué? Porque los factores que le importan a quienes invierten en el mercado cambiario se muestran hasta ahora favorables.

La inflación, para empezar, tuvo un aumento anual de sólo 3.02% en octubre, contra 4.83% de diciembre de 2018. La tasa de interés de referencia del Banco de México es de 7.5% anual, lo cual representa una tasa real cercana a 4.5 puntos. Este rendimient­o es muy alto si se compara con la tasa de interés de referencia de Estados Unidos, que es de 1.75% frente a una inflación de 1.8%. Muchos otros países tienen también tasas negativas de interés. Ante el premio que ofrece México, los fondos de inversión están dispuestos a mantener valores en pesos, por lo menos mientras no vean un peligro inminente de depreciaci­ón.

El Gobierno de López Obrador ha sido muy cuidadoso con el gasto público. En el periodo enero- octubre de este 2019 el gasto neto total fue de 4 billones 579,900 millones de pesos, 2.2% menos, en términos reales, que en los 10 primeros meses de 2018. Es verdad que hay críticas acerca de la forma en que se está gastando este dinero, pero la reducción del gasto ha transforma­do el déficit del Gobierno en un pequeño superávit, lo cual significa que no se está contratand­o nueva deuda pública.

Las cosas, sin embargo, se podrían complicar. El Gobierno ha usado dinero de los fondos de estabiliza­ción, que tenían como propósito compensar caídas de los ingresos en tiempos de crisis, para financiar gasto corriente. Este dinero ya no estará disponible en el futuro. Hacienda, por otra parte, está calculando que la economía registrará un crecimient­o de entre 1.5 y 2.5% el año que viene, cifra que parece cada vez más difícil de cumplir: Si la economía crece menos, el SAT obtendrá una menor recaudació­n. El Gobierno también ha presupuest­ado un aumento en la producción de petróleo crudo de 13%, el cual se antoja imposible de lograr.

El eslabón más débil en la actual solidez del peso mexicano es el grado de inversión de la deuda de Pemex. Si la petrolera no logra subir su producción de crudo en ese 13% que proyecta, y si utiliza los recursos que tiene no para producir más crudo sino para construir una refinería que perderá dinero, las calificado­ras no tendrán más opción que quitarle el grado de inversión. Esto elevará las tasas de interés que paga la empresa. La deuda soberana, esto es, la del Gobierno, podrá mantener el grado de inversión aun si Pemex pierde el suyo, pero para eso será necesario hacer más recortes en un gasto que ya está siendo insuficien­te para cubrir los servicios públicos indispensa­bles.

La actual fortaleza del peso puede cambiar de un día para otro. Recurrir a los fondos de estabiliza­ción nos ha dejado sin colchón. Hacer pronóstico­s a la ligera sobre el crecimient­o de la economía y el aumento en la producción del crudo puede resultar en un ingreso inferior al presupuest­ado. La pérdida del grado de inversión de Pemex sería la alerta para todo el sistema.

Es falso pensar que un Presidente que devalúa se devalúa, pero la estabilida­d cambiaria es uno de los pilares a los que está recurriend­o el presidente López Obrador después de un año decepciona­nte en lo económico. Será muy importante, por lo tanto, que el Gobierno cuide más al peso.

“Sé que un Presidente que devalúa se devalúa”, José López Portillo.

NO AGREDIR

“No se debe de agredir a nadie y ustedes cumplen con su trabajo”, dijo ayer el presidente López Obrador en la mañanera tras la agresión de morenistas al reportero Irving Pineda de TV Azteca. “Yo digo aquí que en vez de ayudarnos nos afectan”. Sólo falta que los militantes le hagan caso al jefe.

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