CERRO DE LA CAMPANA
Los que están para “Ripley” son los regidores de Cajeme porque después de los reclamos por el aumento del 100% a las tarifas de agua, admitieron que lo aprobaron, pero fue sin la intención de hacerlo pues lo que pasó es que “no leyeron” la propuesta de la Ley de Ingresos.
Ahora con todas las quejas encima, los ediles buscan darle reversa a este golpazo económico y quieren que el Congreso del Estado deshaga lo que hicieron en diciembre pasado porque se justifican diciendo que desconocían que estuviera esa alza incluida. Por esa aprobación “a ciegas”, los usuarios de agua que registren 26 metros cúbicos o más tendrán que pagar, a partir de ese consumo, 100% más de lo que pagaban el año pasado, es decir, el metro cúbico pasó de 8 a 16 en la tarifa doméstica. Ese aumento fue propuesto por el Gobierno del alcalde morenista Sergio Pablo Mariscal Alvarado.
Lo que argumentan los regidores es que “estudiaron” más otros temas del presupuesto municipal 2020, pero esa parte pues nomás no la vieron. Sin duda, ese Cabildo pasará a la historia, ya que en noviembre pasado sí se tomaron el tiempo para discutir y aprobar el apoyo para el asilo en México al ex presidente de Bolivia, Evo Morales, e incluso pagar un desplegado con recursos públicos, idea que después fue eliminada por la crítica y presión social.
Este caso de aprobación de aumento a las tarifas del agua del Cabildo de Cajeme, “sin querer queriendo” y la increíble explicación hace recordar al reciente caso de los diputados de Morena que dieron su respaldo a la contratación de más deuda para el Gobierno estatal y que presuntamente hicieron porque se equivocaron.
Por cierto, ese caso está por abordarse en la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena, pues está por cumplirse el plazo, el 20 de enero próximo, para convocar a los diputados locales de Morena a rendir cuentas por esa acción que, dijo su dirigente estatal Jacobo Mendoza, va en contra de los lineamientos de la 4T de endeudar a Sonora.
Ahora sí que los gobernadores estuvieron en la mesa por la paz pues en la comida de ayer ofrecida por el presidente AMLO sólo hubo espacio para los buenos deseos por el 2020 y quedó de lado, por un momento, la confrontación por los problemas de atención a la violencia, el presupuesto y los jaloneos con el Insabi.
Después de la reunión en un hotel de la CDMX con el gabinete de Seguridad, los integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores, entre quienes estaba la gobernadora Claudia Pavlovich, llegaron a Palacio Nacional donde no hubo reclamos, ya que fue una tregua para compartir el pan y la sal.
Lo que coincidieron algunos gobernadores al salir de la comida es que quedó superado el conflicto de la “balconeada” que hizo el Gobierno federal de los gobernadores y sus ausencias a las mesas estatales para la Construcción de la Paz.
Por cierto, lo que acordaron previo al banquete con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, es que las mesas las podrán hacer a la hora que quieran, a las 6, 7, 8, 9 de la mañana o 7, 8 de la noche, en el momento que quieran pero que sí las hagan.
Así que todos felices y contentos en la comida que incluyó un menú del popular platillo tabasqueño de pejelagarto, tamal chipilín, un postre de chocolate amargo y café.