Dan último adiós a joven médico Carlos Ignacio Ríos
Le brindan emotiva despedida y lo acompañan a su última morada
CIUDAD OBREGÓN.- El cariño que los familiares, amigos, compañeros y pacientes tuvieron en vida al doctor Carlos Ignacio Ríos Basurto se reflejó durante su despedida por el gran acompañamiento que tuvo.
En la funeraria de la colonia Centro, donde los restos del joven de 29 años de edad fueron velados, se pudo apreciar la llegada y salida constante de gran cantidad de personas.
Entre decenas de coronas de flores, lució el elegante ataúd del galeno acompañado de una fotografía donde se mostraba sonriente portando su uniforme y estetoscopio médico.
Sus familiares compartieron que no están de acuerdo con los hechos violentos que pasan en la región y que el asesinato de Carlos Ignacio es consecuencia de la inseguridad que se vive en el municipio, pero que desean que sea recordado por lo que él fue, una excelente persona y medico, con gran vocación de servicio.
HOMENAJE PÓSTUMO
Para honrar la memoria del médico y en reconocimiento al excelente trabajo que realizó en su lugar de trabajo, el lMSS y compañeros le realizaron un homenaje póstumo.
El homenaje al doctor Ríos tuvo lugar primero en las instalaciones de la unidad médica de la salida Norte de Cajeme y después en la clínica de la calle Guerrero y como parte de las actividades soltaron globos de color blanco, recordaron momentos que vivieron con el joven de 29 años de edad, además de efectuar un minuto de aplausos en su memoria.
Carlos Alberto Regalado, coordinador médico del turno vespertino, dirigió unas palabras al médico y su familia y comentó que deja gratos recuerdos en sus compañeros, ya que su forma de ser y ejercer la medicina fueron muy características.
“Siempre fue respetuoso y cordial, siempre diste un servicio con calidad humana, eras una persona de gran corazón, esta es tu unidad donde comentabas que tenías el mejor trabajo del mundo, tu partida es una gran injusticia, pero nos consuela saber que estás al lado de Dios”, resaltó.
Contó que el hoy finado tenía la ilusión de ver esa unidad médica llena de árboles y flores y que los pocos que hay en el lugar son porque Carlos Ignacio los plantó, pero que seguirán este legado hasta cumplir su sueño.
Javier Ley, subjefe de enfermería, manifestó que a todos los que lo conocieron les embarga un sentimiento de pesar por el repentino fallecimiento de su compañero y amigo, pero que no pierden de vista su legado y compromiso de lucha.
Posterior al homenaje, el cuerpo de Carlos Ignacio fue llevado a la Catedral, donde se ofició una misa en su honor, los restos mortales del galeno fueron sepultados en un cementerio particular al Poniente de Ciudad Obregón.