Llegó a probar fortuna a Nogales; hoy sonríe
Carlos Armando ha logrado abrirse paso en la frontera y con su negocio de “cahuamanta” saca adelante a su familia
NOGALES.- Ya sea “embarraditos” con moronga, con camarones, aleta de tiburón, pulpo, o solos (mantarraya), los tacos de “cahuamanta” preparados con peculiar sazón por Carlos Armando Gutiérrez Palafox, desde hace 20 años, le han permitido dar un giro de 180° a su vida y la de su familia.
Pero el camino no ha sido nada fácil narra el propietario de “Cahuamanta y Mariscos Los Efectivos de Sonora”, ya que cuando más agobiado se encontraba en Ciudad Obregón, hace 20 años, por situaciones personales, familiares y económicas, tuvo que abandonar su ciudad.
Llegó a Nogales con un tío a trabajar, el cual tiene un negocio de “cahuamanta” en otro punto de la ciudad y luego de dos meses se trajo a su familia junto con una carreta (jalando) en la que su papá acarreaba cosas en un tianguis. La acondicionó con un tío de su esposa que es herrero para empezar su propio negocio. Aún la conserva.
Consiguió en renta una casita en colonia Las Canoas, sin muebles, sólo tenía una estufa, un refrigerador y una mesa. Dormían en el suelo. Pasaban muchas carencias. Poco a poco fue comprando colchonetas y cobijas para dormir más a gusto. Sus tres hijos eran pequeños.
Por fortuna, expresó, se encontró a gente muy buena a su paso y con ayuda de sus parientes le prestaron ollas, tres mesitas, unas sillas y otros más lo apoyaron con cajas de sodas, un tambo de gas y la mercancía que se necesitaba para iniciar. Se ilusionó mucho.
Recordó que su tío, el que más lo ayudó, cantaba en un conjunto que se llamaba “Los Efectivos de Sonora”, de ahí que su negocio, ubicado en el kilómetro 8.5 de la Carretera Internacional, a la salida Sur de Nogales, ahora lleva ese nombre como agradecimiento a él.
PASO A PASITO
Duró poco más de dos años haciendo clientela en el lugar, pagaba renta por el espacio del que ahora es propietario tras mucho esfuerzo, siempre apoyado por su esposa e hijos ya sea cocinando, lavando platos, sirviendo o cobrando a los clientes. Se hacían “bolas”, pero juntos, externó.
Había altas y bajas, pero paulatinamente la vida les empezó a sonreír, resaltó Carlos Armando. Empezaron con tres mesas y luego fueron añadiendo más.
“Tuvimos que rentar otro espacio enseguida. Ahorita tenemos 35 mesas y ya somos dueños de este lugar desde hace unos meses. Gracias Dios”, indicó mientras hacía una señal de agradecimiento al cielo.
Comentó que gracias al sazón de la “cahuamanta”, en sus distintas presentaciones y la aceptación de la clientela, esto le ha permitido ir agregando otros platillos de mariscos, como pescado frito, cocteles, callo de hacha y muchos más con “inventos” que le han salido bien.
Confió que próximamente tiene proyectado abrir una “sucursal” en el Centro de la ciudad porque hay días que todas las mesas están ocupadas y la gente hace fila para poder ser atendidos. Eso lo enorgullece y lo alienta. Gracias a eso sus tres hijos ya cuentan con carrera universitaria y todavía le ayudan.
CLIENTES FAMOSOS
Respecto a su clientela, reveló que han llegado al negocio, renombrados artistas, compositores, cantantes y grupos musicales, políticos “de hueso colorado”, sacerdotes y obispos, así como deportistas profesionales, principalmen
Aunque hubo rachitas que no completaba para la renta, de las tres mesitas iniciales, al ratito fueron cinco y así hemos ido creciendo y ampliando el negocio”.
Carlos Armando Gutiérrez Palafox Restaurantero
te luchadores que vienen a presentaciones.
Entre los que más recuerda, apuntó, están Espinosa Paz, Grupo Laberinto, todos los integrantes de la Dinastía Vega, Calibre 50, Pauta Azul, Los Apson, Los Fredys, Grupo Bacanora, Los Caminantes, Los Mendívil, El Coyote, Miguel Ojeda, Mi Banda El Mexicano, El Tigrillo Palma y otros más.