“Vi a mi niño y sentí como que me escuchó”
“Estoy devastada por todo esto”, expresó entre lágrimas Mónica Margarita Vásquez Contreras, mamá de Fabret, el pequeño de 2 años y medio que fue atropellado el pasado 5 de marzo, en la calle Libertad, de la colonia Los Álamos.
“Anoche (el lunes) vi a mi niño, y sentí como que me escuchó, porque estaba respirando muy rápido con el oxígeno, y cuando le hablé se tranquilizó, yo sentí que sí me escuchaba”, contó entre sollozos.
“También lo toqué y su piel se erizó, le dio escalofríos, no sé si estaba muy helado y mi mano caliente, pero sí sintió su pielecita”, contó.
Aunque no ha habido muchas noticias respecto al estado de salud del pequeño, la última actualización que tuvieron por parte de los médicos, es que seguía grave pero estable, por lo que tienen esperanza de que haya mejoría.
Sobre su sobrina, Ximena, de 5 años de edad, contó que el pronóstico es muy parecido al de Fabret, hay que dar tiempo a los tratamientos y esperar que haya un avance.
“Gracias a Dios sí hubo mejoría, sigue grave pero estable”, fue lo que nos dijeron los médicos, que están esperando que se le baje todo lo inflamado de todo su cuerpecito, con los medicamentos.
“De Ximenita, mi niña, nos dicen lo mismo de ayer”, indicó, “que está de gravedad, que la están estabilizando y esperando igual que Fabret, a que bajen los golpes”.
Vásquez Contreras aprovechó para agradecer todo el apoyo que le han brindado con las donaciones de sangre, pues hasta el momento ya cinco personas pudieron donar, y muchas más han acudido, pero no resultaron aptos.
Han recibido muchos mensajes de apoyo y oraciones para su familia, lo cual para ella ha sido muy valioso en este proceso, aseguró.
Del aspecto legal y el apoyo que solicitaron de las autoridades para encontrar al responsable de lo sucedido, afirmó que ella y su esposo ya interpusieron la denuncia ante el Ministerio Público; ahora sólo esperan que se haga justicia.
Anoche (el lunes) vi a mi niño, y sentí como que me escuchó, porque estaba respirando muy rápido con el oxígeno, y cuando le hablé se tranquilizó, yo sentí que sí me escuchaba”
Mónica Margarita Vásquez Contreras
Mamá de Fabret