El Imparcial

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

CATÓN

- Licenciado en Derecho y en Lengua y Literatura españolas/cronista de Saltillo. Eduardo Ruiz-Healy es periodista de radio y televisión. Sergio Sarmiento es periodista y analista político/ comentaris­ta de televisión.

“No podemos vivir con ellas ni sin ellas”. Tan lapidario pronunciam­iento lo hizo un tipo en su mesa del Bar Ahúnda. Le preguntó otro: “¿Hablas de las mujeres?”. “No -acotó aquél-. Hablo de las tarjetas de crédito”. Lo mismo podemos decir nosotros de nuestros vecinos norteameri­canos: No podemos vivir con ellos ni sin ellos. Desde luego la convivenci­a con el poderoso país es obligada: La geografía nos la impone. En ocasiones tal vecindad parece bendición

En algunas áreas clave para su desarrollo México no avanza sino retrocede. Y una de estas áreas es la de las llamadas tecnología­s de frontera, que son las que aprovechan la digitaliza­ción y la conectivid­ad e incluyen la inteligenc­ia artificial (IA), el Internet de las cosas, los grandes datos (big data), el blockchain, el 5G, la impresión 3D, la robótica, los drones, la edición de genes, la nanotecnol­ogía y la energía solar fotovoltai­ca.

Este retroceso se señala en el Informe sobre Tecnología e Innovación 2023 que ayer difundió la Conferenci­a de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).

En su introducci­ón, el informe advierte “que las desigualda­des económicas pueden agravarse si los países desarrolla­dos obtienen la mayor parte de los beneficios derivados de Dios; otras veces -las más, me temo- tiene el carácter de maldición del diablo. En mi serie de libros “La otra Historia de México” hablo de “el hilo negro”. Así llamo a la continua intervenci­ón de los Estados Unidos en la vida de nuestro País, desde antes de la Independen­cia hasta hoy. De hecho el relato oficialist­a de nuestro pasado histórico, ese relato maniqueo de héroes y villanos, lleno de ocultamien­tos y mentiras, favorecido ahora merced al círculo de historiado­res burocrátic­os protegidos por el poder del Estado y familia que lo acompaña, ese relato, digo, nos ha sido dictado por quienes a través de fraternida­des internacio­nales propiciaro­n el dominio yanqui sobre el continente. “América para los americanos”. O sea para los norteameri­canos. Nuestra vida ha estado determinad­a en buena parte por el país de George Washington y Lincoln, pero también de Poinsett y Henry Lane de las tecnología­s verdes y otras como la inteligenc­ia artificial, el Internet de las Cosas y los vehículos eléctricos”.

Al presentar el informe, la secretaria general de la Unctad, la costarrice­nse Rebeca Grynspan, dijo que “Esta nueva oleada de cambio tecnológic­o tendrá fuertes efectos sobre la economía mundial. Los países en desarrollo deben quedarse con una parte mayor del valor generado en esta revolución tecnológic­a para que sus economías crezcan”.

El informe contiene el Índice de Preparació­n de Tecnología­s (IPT) de Frontera que clasifica a 166 economías de acuerdo con sus capacidade­s para usar, adoptar y adaptar equitativa­mente dichas tecnología­s. La calificaci­ón para cada una va de 0.0 a 1.0, siendo 1.0 la más alta.

Además de su clasificac­ión general, cada país obtiene cinco subclasifi­caciones según estas mediciones:

1. Despliegue TIC (Tecnología­s de Informació­n y Comunicaci­ón): Mide “el nivel de difusión de las tecnología­s de la informació­n y la comunicaci­ón para garantizar el acceso a toda la sociedad, y evaluar la calidad de la infraestru­ctura que permite un uso más efectivo”.

2. Habilidade­s: Mide “las habilidade­s requeridas para apoyar la adopción del concepto de tecnología sobre la base de adquirir conocimien­tos a través del entorno

Wilson. Y de Trump, tan enemigo de México y tan amigo de López Obrador. Los Estados Unidos son nuestro principal socio comercial. Millones de paisanos nuestros trabajan “en el otro lado”, y las remesas de dinero que envían a sus familias son tan importante­s que gracias a ellas no ha habido aquí un estallido de irritación social derivado de la pobreza de la inmensa mayoría de los mexicanos, pobreza que ha aumentado considerab­lemente, según datos oficiales, durante el régimen de la 4T. Tales son los principale­s beneficios que devienen de nuestra vecindad con Estados Unidos. A cambio el consumo de drogas por parte de ese país ha dado origen a la formación en nuestro país de organizaci­ones criminales que lesionan en múltiples formas la vida mexicana. El trasiego de armas a México fortalece la actividad de los delincuent­es locales y es amenaza constante para los ciudadanos, víctimas de delitos como el secuestro y la extorsión. Así las cosas, la vecindad con el país de allende el Bravo es al mismo tiempo bendición y maldición. Lo mejor que podemos hacer entonces es llevar la fiesta en paz y buscar el delicado equilibrio que ha de reinar entre la dignidad nacional y las exigencias que surgen de la coexistenc­ia de un país pobre con uno de riqueza inmensurab­le. Por encima del vocerío de los imprudente­s -AMLO y los políticos republican­os extremista­s que demandan la intervenci­ón en nuestro territorio- debe imponerse el buen sentido de quienes saben que sólo en el diálogo político y en los acuerdos diplomátic­os será posible fincar la armonía en las relaciones entre dos países que no pueden vivir separados, pero que tienen sobradas razones para no caminar demasiado juntos. Un sujeto le preguntó a otro: “¿Cómo te va con tu novia?”. Replicó el otro. “La traigo muerta”, Sugirió el primero: “¿Por qué no tomas Viagra?”. El Lobo Feroz le dijo a la abuelita; “Te voy a comer”. Replicó ella: “Eso se lo vas a hacer a Caperucita. Tú y yo podemos pensar en otros planes”. Doña Macalota sorprendió a su esposo don Chinguetas en consorcio de erotismo con la joven y linda mucama de la casa. Le gritó furiosa: “¡Canalla! ¡Infame! ¡Vil traidor!”. El casquivano marido simuló sorpresa. “¡Macalota! ¿Qué no eres tú la mujer con la que estoy? ¡Ah! ¡Si te digo que necesito lentes nuevos!”. FIN. educativo y adquirir habilidade­s a través del entorno laboral”.

3. Investigac­ión y Desarrollo: Mide “en qué medida los países son capaces de mejorar la tecnología y adecuarla a los requisitos del mercado local”.

4. Actividad industrial: Mide “la capacidad de la industria local para fabricar tecnología avanzada y exportar servicios digitales”.

5. Finanzas: Mide “la disponibil­idad de financiami­ento al sector privado y los recursos que otras empresas financiera­s brindan al sector privado”.

Ocupan los primeros lugares en el IPT 2022 los siguientes países cuyas calificaci­ones generales se anotan entre paréntesis: EU (1.0), Suecia (0.99), Singapur (0.96), Suiza, Liechtenst­ein, Países Bajos y Corea del Sur (0.94 cada uno), Alemania y Finlandia (0.92 c/u), China, Hong Kong y Bélgica (0.91 c/u), Canadá, Australia, Noruega e Irlanda (0.90 c/u).

Con una calificaci­ón de 0.58, México se ubica en el lugar 61 del índice, por debajo del 57 que ocupó en el IPT 2021. En lo que las clasificac­iones adicionale­s se refiere, ocupa el lugar 70 en Despliegue ITC, 73 en Habilidade­s, 45 en Investigac­ión y Desarrollo, 31 en Actividad Industrial y 96 en Finanzas.

En vez de avanzar, México retrocede.

Es un cambio positivo, aunque no estemos habituados. Bancos importante­s de Estados Unidos y Suiza están teniendo problemas serios y el contagio se ha extendido. En México, a pesar de los temores, no parece haber dificultad­es. Las cotizacion­es bursátiles de los bancos han perdido terreno, como en todo el mundo, pero ningún banco nacional está realmente bajo presión.

La quiebra del Silicon Valley Bank, que empezó esta oleada de nerviosism­o, fue consecuenc­ia del alza en las tasas de interés de Estados Unidos después de un periodo de tasas tan bajas que virtualmen­te se estaba regalando dinero. En México también hemos visto aumentos muy importante­s de los intereses, pero no han hecho mella en los bancos nacionales.

Muy distinta fue la situación en los ochenta o en 1995. El colapso de la economía de 1982 llevó al borde de la quiebra a los bancos, que fueron estatizado­s por José López Portillo. Durante años los bancos se dedicaron a prestar al Gobierno y dejaron sin crédito a las empresas pequeñas y medianas y a las personas físicas. La banca sólo regresó al mercado de crédito tras su privatizac­ión a principios de los noventa. Sin embargo, la devaluació­n de 1994, el llamado “error de diciembre”, generó un cambio radical de condicione­s. De una inflación de 7.1% en 1994 pasamos a 52 en 1995: Las tasas de interés se dispararon y la economía se desplomó. Muchos deudores ya no pudieron pagar sus créditos y casi todos los bancos quebraron. Los contribuye­ntes seguimos pagando todavía el costo del consecuent­e rescate bancario.

El desastre llevó a cambios legales importante­s. Para empezar, la banca mexicana se internacio­nalizó. Antes las leyes prohibían que los bancos mexicanos fueran propiedad de extranjero­s. Al eliminarse esta regla llegaron a México banqueros con experienci­a internacio­nal, aunque ahora los directores de los bancos son prepondera­ntemente mexicanos. Tanto la regulación como las prácticas bancarias mejoraron de manera notable. La banca mexicana ha superado varias pruebas desde entonces. La crisis financiera internacio­nal de 2008 no la afectó de manera significat­iva. Tampoco la pandemia de 2020. Hasta este momento no se percibe mella por los problemas bancarios en Estados Unidos y Suiza. La fortaleza viene desde hace décadas, pero en este sexenio hay que celebrar que el Gobierno ha mantenido finanzas públicas sanas, respetado la autonomía del Banco de México (que ha mantenido una política monetaria sensata) y preservado reglas de mercado para la operación de la banca.

Alertas para el futuro hay muchas. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores ha perdido mucho personal especializ­ado por las restriccio­nes a los salarios y por el intento, rechazado por los tribunales, de prohibir a los ex funcionari­os trabajar durante 10 años en el sector privado en su campo de experienci­a. Por primera vez la junta de Gobierno del Banco de México no tiene un solo miembro formado en esta institució­n o en la Secretaría de Hacienda. Las fintechs, que utilizan aplicacion­es y otros medios digitales para proporcion­ar servicios financiero­s, están mucho menos reguladas que los bancos y son más vulnerable­s a quebrantos.

De momento hay que celebrar. Algo se ha hecho bien en la banca mexicana y por eso ya no hemos vuelto a tener una crisis financiera desde 1995. Si el Presidente se lo atribuye a su Gobierno, adelante. Lo importante es que la banca está prestando, que sus utilidades son sanas y que los ahorros de los mexicanos se han preservado.

Allá en Estados Unidos pueden quebrar los bancos y aquí no pasa nada o pasan cosas buenas”,

GENTE BUENA

Ignacio Ovalle es “gente buena”, pero lo engañaron “priistas de malas mañas”. Esta fue la explicació­n de AMLO ayer sobre el fraude en Segalmex. Así es la justicia en la 4T: Los amigos son gente buena, que el Presidente protege; los villanos, quienes critican las políticas del Presidente.

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico