A NUESTRAS MASCOTAS
CIUDAD DE MÉXICO.- Aunque no seamos conscientes de ello, los animales nos hablan todo el tiempo de diferentes maneras. Eso es lo que explica Patricia Perreau de Pinninck Gaynés, investigadora de la comunicación animal y entre especies.
Actualmente ella se dedica a tender puentes entre estos seres y las personas que son responsables de sus mascotas, para establecer una relación y comunicación mutuamente sanadoras.
Señala que los animales hablan a las personas, a través de la comunicación animal, un lenguaje común entre especies que los seres humanos podemos entender de forma innata, si les damos a los animales la oportunidad de ser escuchados y de expresar qué necesitan para su bienestar.
“Podemos aprender a escucharlos para conocer sus necesidades, ayudando a crear un espacio de comprensión mutua en la familia, y a comunicarnos con ellos, para mejorar como personas y aumentar nuestra paz interior y autoconsciencia”, en una “conexión sanadora”, asegura.
DIÁLOGO ENTRE DISTINTAS ESPECIES
A través de esta comunicación podemos establecer un diálogo con nuestro amigo de cuatro patas para que nos exprese todo aquello que desee transmitir a su familia y a sus personas responsables, siempre con fines terapéuticos.
“Cuando una familia me solicita que comunique con su animal, me indica las preguntas que quieren que le haga, siempre enfocadas en poder comprender mejor al animal, mejorar la convivencia familiar, e incluso aportar mayor claridad y comprensión de la situación si existiese algún conflicto”, aclara.
“Se trata de volver al camino del corazón, del sentir, un camino que nos están señalando los animales”.
Para explicar esto, relata que en una ocasión comunicó con un gato recién adoptado que era muy miedoso, que no solía querer contacto humano, ni tampoco ser acariciado por su familia, a pesar de que lo trataban con respeto e intentaban darle protección y seguridad en su hogar.
Cuando Patricia comunicó con el gato éste expresó ciertas vivencias traumáticas que había sufrido en el pasado y que ahora le hacían ser desconfiado y miedoso, y que necesitaba que su familia entendiera que a raíz de esa situación en algunas ocasiones no quería que lo tocaran.
Al cabo de una semanas, en las que la familia no forzó el contacto físico con el animal, el gato se mostró mucho más confiado y cariñoso con ellos, y aunque seguía siendo algo miedoso, pedía de forma proactiva caricias a su familia, asegura.
CÓMO FUNCIONA LA “COMUNICACIÓN ANIMAL”
Para entender como funciona y se aplica esta “comunicación telepática animal”, que Patricia describe en su método, tenemos que abrir la mente, pero sobre todo el corazón, pedirle a la mente que se relaje y baje el volumen y dejar que el alma integre lo que vamos aprendiendo y experimentando, recomienda.
Recalca que las palabras, incluidas las de los animales, se comprenden verdaderamente con el corazón, con el alma. Nuestra mente tal vez no las comprenda, pero nuestra alma sí, porque sabe y reconoce la información.
Así es la comunicación animal, algo más intuitivo.