Busca ser un ejemplo para otros chicos Down
Los chicos del equipo de boliche Jóvenes Sin Límite entrenan dos veces por semana
Héctor Antonio Coronado Álvarez, capitán del equipo de boliche Jóvenes sin Límite, busca ser un ejemplo para otros niños y jóvenes con síndrome de Down.
El joven de 36 años contó que el boliche ha sido un deporte que lo ha ayudado a hacer más amigos, además de hacerse más fuerte por los constantes entrenamientos.
“Me gusta estar en el equipo para hacerme más fuerte, esto es gracias a mi familia, mi hermana y mi gente para que estén orgullosos de mí mis padres”, manifestó.
Durante quince años, ha sido integrante del equipo en donde además hay jóvenes con diversas discapacidades, y con quienes ha logrado hacer una bonita amistad.
“Me la llevo bien con ellos. He tenido competencias y he ganado medallas de oro y de plata”, contó.
Además de competencias a nivel local, han acudido a ciudades como Torreón, Morelia, Puerto Vallarta y a Puebla a jugar boliche, que junto con la danza y el canto está entre sus actividades favoritas.
“Convivimos en las competencias y ahí la pasamos a gusto”, dijo Héctor quien se siente orgulloso de pertenecer a un equipo que ha ganado varias competencias y medallas.
Todos los martes y jueves acuden como equipo a entrenar a un local de boliche, en el sitio los padres o familiares los esperan mientras practican y conviven entre ellos.
“A mí me gustaría darles un ejemplo, mandar un mensaje para que aprendan y que tengan experiencia, inteligencia y mucha fuerza”, manifestó.
NUEVOS INTEGRANTES
Alma Soledad Moreno Monreal, es madre de Pedro Antonio y José Alberto, de 23 y 27 años respectivamente, dos jóvenes que se acaban de integrar al equipo.
Aunque desde hace varios
Me gusta estar en el equipo para hacerme más fuerte, esto es gracias a mi familia, mi hermana y mi gente para que estén orgullosos de mí mis padres”
Héctor Antonio Coronado Álvarez Capitán del equipo de boliche Jóvenes din Límite
meses, sus dos hijos practican natación, consideró que este tipo de actividades les ayuda a ser más sociables.
“Les sirve mucho porque socializan más, aparte de que es ejercicio y creo que es como una terapia”, dijo, “sí he notado cambios porque ahora el más grande ya trabaja, les ha cambiado mucho la vida”.
La madre de familia manifestó que la discapacidad no es un factor para no superarse, pero es importante el papel que los padres de familia tengan en su formación.
“También tiene que ver que se les lleve a terapia, a diversas escuelas. Mi hijo más chico está en una escuela donde ahí hacen las prácticas y de ahí sale al mundo laboral”, externó.
Alma Soledad relató que el diagnóstico de síndrome de Down en su primer hijo le “dio para abajo”, pero debía de hacer lo necesario para afrontar la situación.
“Con mi segundo hijo ya no sentía nada de miedo”, afirmó, “hubo una ocasión donde mis amigas me preguntaron si no me daba miedo que fuera a nacer con Down y les dije que no, ya me sabía el caminito y no me daba miedo”.
Reiteró que es necesario el apoyo de los padres, que sean llevados a terapia y que puedan llevarlos a actividades deportivas para seguir apoyando a su formación.
El equipo de boliche Jóvenes Sin Límite está conformado por 20 jóvenes con diversas discapacidades.
De forma ordenada, cada uno, guiados por el entrenador, realizan un corto calentamiento antes de practicar se colocan en las líneas de bolos para hacer el mayor número de chuzas posibles con la mejor actitud.