El Independiente

SE PARALIZA VIRGINIA OCCIDENTAL POR FALTA DE MANO DE OBRA, PERO RECHAZAN A MIGRANTES

- Por Martha Aguilar

El estado de Virginia Occidental presenta un enorme desafío, necesita urgentemen­te trabajador­es para cubrir empleos que van desde el cuidado de adultos mayores hasta trabajar en pequeños restaurant­es, fábricas e industrias locales, entre otros, lo malo es que no acepta trabajador­es inmigrante­s ilegales.

Este estado presenta la segunda tasa más alta de ofertas de trabajo en todo Estados Unidos, y a pesar de esta gran necesidad, no le abren la puerta a la migración, las autoridade­s estatales aseguran que no tienen problemas con la migración legal, lo malo es que los solicitant­es andan deambuland­o por el sur del país en espera de asilo y permisos de trabajo que tardará años.

No solo el estado de Virginia Occidental tiene necesidad de trabajador­es, hay otras entidades en Estados Unidos que también andan escasos de mano de obra. El presidente Biden ha insistido en dar entrada a la migración legal, sin embargo, el sistema es tan obsoleto que cada solicitud para entrar al país tarda años en solucionar­se, además de que el mandatario enfrenta la resistenci­a republican­a cada vez que quiere mover el tema migratorio.

Tal vez, si llega a la Casa Blanca, Donald Trump sea el que se lleve los laureles al permitir la entrada a cierto tipo de migración: la bonita, procedente de países del norte de Europa. Por mientras, el asunto migratorio está en un atolladero.

Y así está también el estado de Virginia Occidental, le urge mano de obra, pero se opone a la inmigració­n ilegal, a los funcionari­os estatales les preocupa el cruce masivo de inmigrante­s por la frontera sur de Estados Unidos y los riesgos para la seguridad fronteriza, en particular la frontera entre México y Texas.

Las autoridade­s del estado han tomado medidas para ayudar a contener el flujo ilegal de migrantes en la frontera sur, por ejemplo, han enviado tropas de la Guardia Nacional para ayudar a Texas con su frontera de “coladera”.

En su estado no está permitido formar “ciudades santuario”, y para contribuir en los gastos de Texas, han asignado una cantidad de dinero para enviarlo a este estado fronterizo a fin de colocar más alambre de púas en el Río Bravo, también crearon un programa para transporta­r extranjero­s inspeccion­ados y “no autorizado­s” para llevarlos fuera del estado.

Llama la atención este término de “extranjero­s inspeccion­ados no autorizado­s”, esta etiqueta fue creada por un proyecto de ley estatal y se refiere a los migrantes que son capturados por la patrulla fronteriza, que son inspeccion­ados por las autoridade­s federales para luego soltarlos dentro de Estados Unidos.

En el caso de Virginia Occidental, estos inmigrante­s, si es que llegan, son expulsados. Lo curioso es que Virginia Occidental necesita mano de obra urgentemen­te y lo reconoce. El Wall Street Journal abordó este problema tan peculiar.

Una de las áreas donde esta escasez de mano de obra se manifiesta de manera brutal es la atención a los adultos mayores, algunas de estas personas han muerto antes de poder recibir a un asistente de salud en una visita domiciliar­ia, la lista de espera es larga y no hay personal suficiente para atenderla.

Es una situación desesperan­te que se advirtió con bastante tiempo, según los directivos de un centro de atención para personas mayores, y peor aún no pueden contratar directamen­te a ningún trabajador de salud, simplement­e no hay.

Y si las hubiera, por ejemplo, enfermeras o enfermeros entre las personas indocument­adas que llegan por la frontera sur, pues no los aceptan porque son ilegales.

Virginia Occidental también presenta un problema demográfic­o, que también se extiende a ciertas partes del país, tienen una población de adultos mayores en aumento y muchos puestos de trabajo vacantes.

El estado pierde su población joven cada año, y deja atrás en sus casas a los ancianos, menos educados y con menos capacidad para trabajar.

La tasa de participac­ión en la fuerza laboral – entre la población de 16 años o más que trabaja o busca trabajo- fue de 55.2% en marzo pasado, la segunda tasa más baja en Estados Unidos.

Otros estados como Maine, Indiana y Utah han buscado a los inmigrante­s para reforzar sus fuerzas laborales, a diferencia de Virginia Occidental que prefiere quedarse corto de trabajador­es.

Otra de las áreas donde la escasez de mano de obra es muy preocupant­e es en la industria del estado, en los últimos 70 años, se han perdido muchos puestos de trabajo en el sector dedicado a la extracción de carbón y en el ferrocarri­l.

También se presenta un fenómeno sociológic­o, esto es, la migración de jóvenes más educados, sanos y con mayores ambiciones que salen de Virginia Occidental en busca de una mejor vida, esto se debe a que su estado natal tiene uno de los ingresos per cápita más bajos del país.

De ahí que la poca fuerza laboral que queda en esta entidad es grande de edad, jubilada o próxima a cumplir este trámite, arrastran enfermedad­es propias de la edad y su capacidad de rendimient­o es demasiado pobre.

¿Qué harán los empleadore­s? Realmente no hay muchas opciones, Virginia Occidental es un estado de contradicc­iones, tiene la escasez de mano de obra más aguda del país y a la vez presenta la segunda tasa más alta de ofertas de trabajo, quieren trabajador­es legales, pero los que abundan son los inmigrante­s sin papeles que, después de ser capturados por la patrulla fronteriza, andan sueltos por el país sin un papel legal que les permita trabajar.

Son tiempos electorale­s, así que la situación no cambiará hasta principios de 2025, si es que cambia.

Y si hay un cambio, quizá sea para una inmigració­n “bonita”, nórdica, tal y como le gusta a Donald Trump.

Tal vez, si llega a la Casa Blanca, Donald Trump sea el que se lleve los laureles al permitir la entrada a cierto tipo de migración: la bonita, procedente de países del norte de Europa. Por mientras, el asunto migratorio está en un atolladero

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Foto: EFE

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