Muchas vidas, muchos maestros
Otra vez me fusilé otro título de libro, esta vez de Brian Weiss, el año pasado por estas fechas titulé mi primer artículo para una de las ediciones de abril en plena pandemia, “El amor en los tiempos del cólera” refiriéndome a los gestos de amor en tiempos difíciles, quien bien me conoce sabe que soy una apasionada por la lectura y bien a eso se deben mis títulos.
Uno jamás escoge con quién se cruza quien llega a su vida o exactamente en qué situación o prueba te pone la vida, habrá quienes menosprecien tu trabajo y te hagan sentir menos y que con coraje aprendas a superarte y a brillar en tu carrera, habrá quienes te digan que tu sueño es imposible, pero de ti depende perseguirlo, habrá quienes se alejen de ti y de ti depende acercar a las personas correctas en tu vida, habrá quien te cierre las puertas en un negocio, pero de ti depende seguir tocando otras, habrá quien te saque lágrimas hasta que creas ya no poder más, pero de ti depende secarlas y volver a sonreír, habrá quien trate a toda costa de derrumbarte, pero de ti depende mantenerte firme y no dejarte tumbar, habrá quien crea que no eres suficiente, quien te rompa el corazón, pero de ti depende recordar tu valor y saber lo que realmente, lo que tú eres mantenerte de una sola pieza. Este mes justo me cuestioné por qué pasaban muchas cosas en mi vida en este orden y exactamente con estas personas, por más frustrante que pareciera y que las cosas no estén sucediendo como me gustaría que pasaran, están pasando en tiempo y forma. La lección más grande es ver a cada persona y situación como un maestro por más que tratemos de forzar que las cosas pasen de una manera y nos salga exactamente lo opuesto es ahí... es ahí... el aprendizaje y es la siguiente pieza del rompecabezas que pone otra pieza a nuestro camino y a cómo nos teníamos que forjar y formar. Llegué a tener mucho miedo de quien llegaba y se iba de mi vida, ahora sólo estoy segura que esas entradas y salidas son la estrategia perfecta para llevarme a otro lugar, que jamás se conoce a la persona indicada en el tiempo incorrecto, porque la persona indicada es eterna.