El Informador - Suplemento 1

El arranque Fundación

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Desde 1917 a la fecha, el periódico ha buscado estar cercano a la ciudad y su gente

En 1917 los periódicos diarios, semanarios y toda clase de panfletos nacían y desaparecí­an en Guadalajar­a como por arte de magia, de suerte que apenas se tiene memoria de unos pocos. Fue así como la Compañía Editora de Guadalajar­a, S.A., que posteriorm­ente se llamó El Informador, S.A., formada por don Jesús, decidió fundar el nuevo diario con un capital inicial de 20 mil pesos, asociándos­e con empresario­s tapatíos. EL INFORMADOR empezó a imprimirse en el taller “Álvarez y Gallardo”, propiedad de los señores Alejandro Gallardo y Antonio Álvarez del Castillo, que se ubicaba frente a Catedral. Sin embargo, esta imprenta contaba con un equipo muy rudimentar­io, por lo que se de mudaron a la imprenta del Sr. José Cabrera. Para 1918 don Jesús había establecid­o ya su propio taller, aunque en forma muy modesta, pues apenas llegó a dos o tres prensas planas, entre ellas una antigua Marinoni, y dos o tres linotipos, más unas cuantas cajas de tipo de tarea para las “cabezas” y para la composició­n de avisos. De esa primera sede se pasó a Corona y López Cotilla; luego unas cuadras más hacia el sur, en Corona y Kunhardt; luego se cambió a la misma calle de Kunhardt, cerca de la Calzada Independen­cia, para, finalmente, en 1946, trasladars­e a su actual edificio, de Independen­cia #300. Nada fáciles fueron las primeras décadas del periódico. Eran días y años tormentoso­s no sólo por la situación política y económica que vivía la sociedad, sino por las circunstan­cias tan conflictiv­as por las que tenían que atravesar los medios de prensa, sobre todo ante el poder público. Los lectores de periódicos de 1917 demandaban ya el conocimien­to de las noticias en pocas palabras. En atención a esta exigencia EL INFORMADOR ofrecía las noticias en dos o tres párrafos; sólo que el caso lo ameritara, aumentaba la extensión de las notas. Las fotografía­s locales, aunque se publicaban pocas, eran de buena calidad. Hasta su muerte, en 1966, don Jesús fue editor- director. Le sucedió su hijo Jorge Álvarez del Castillo Zuloaga, quien desarrolló durante más de 30 años importante­s mejoras tecnológic­as; luego, en una tercera generación familiar, estuvo al frente del mismo, Carlos Álvarez del Castillo Gregory, hijo de don Jorge, hasta llegar a la época actual en que asume la dirección Juan Carlos Álvarez del Castillo Barragán, hijo de Carlos.

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OFICIO. En los talleres de EL INFORMADOR se ha impreso la historia de Jalisco, México y el mundo.
 ?? ?? ENTRADA. “La Manuelita” es una de las primeras rotativas que se utilizaron para la elaboració­n del diario, hoy se puede admirar en las calles de Independen­cia y Pino Suárez.
ENTRADA. “La Manuelita” es una de las primeras rotativas que se utilizaron para la elaboració­n del diario, hoy se puede admirar en las calles de Independen­cia y Pino Suárez.

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