“ASÍ NO VALE LA PENA”
Chela García tiene poco más de tres años viviendo en el fraccionamiento Hacienda del Oro en Tlajomulco de Zúñiga. Como la mayoría de las personas, ella tiraba toda su basura en la misma bolsa; sin embargo, desde hace más de un año que los encargados de la recolección y del coto le solicitaron que separara los residuos orgánicos del resto, pues de lo contrario no se le prestaría el servicio.
“Varias veces sancionaron al coto y no pasó la basura durante una semana… a veces, hasta 10 días tardaron en venir porque no la separábamos bien”.
Los lunes y viernes los camiones pasan por los residuos orgánicos, como plantas y alimentos, mientras que los miércoles recogen la basura general y los reciclables.
“Lo que no me parece bien es que yo entrego las latas, tetrapack y residuos PET limpios y separados en una bolsa… pero así los echan con toda la basura del miércoles. Así no vale la pena”.
Aunque en 2008 fue dada a conocer la Norma Ambiental Estatal NAE-SEMADES-007/2008, que establece los criterios y especificaciones técnicas bajo las cuales los municipios deben realizar la separación, clasificación, recolección y valorización de los residuos, Tlajomulco de Zúñiga es el único municipio de la Zona Metropolitana de Guadalajara que cuenta con un programa de recolección clasificada de residuos sólidos urbanos a través de la empresa concesionaria del servicio (Caabsa Eagle).
La compañía recolecta los desperdicios orgánicos de los inmuebles del corredor López Mateos y posteriormente son trasladados al Centro Municipal de Composteo ubicado en el predio conocido como “La Guancha”, en el que se aprovecha hasta el 90% de los desechos de este tipo para la elaboración de composta que se entrega de forma gratuita a campesinos del municipio, según explica Luis Gabriel Torres, jefe interino de la Dirección de Gestión Ambiental, Cambio Climático y Sustentabilidad del Ayuntamiento.
Acentúa que hasta ahora la efectividad del programa es de un 95%, pues hay ciudadanos renuentes que no acatan las disposiciones, por lo cual la Fiscalía municipal del medio ambiente ha impuesto cuatro actas de infracción a domicilios, así como tres procedimientos administrativos.
Torres apunta que la dependencia buscará que este sea un proyecto de continuidad, que en un futuro pueda aplicarse en la cabecera municipal.
Si bien Guadalajara ha desarrollado el sistema efectivo de Puntos Limpios, en los que a través de buzones categorizados los ciudadanos pueden depositar sus residuos según el tipo, el municipio no cuenta con un sistema de recolección clasificado por parte de la empresa concesionaria, permitiendo que los camiones que prestan el servicio mezclen los desechos y sean así vertidos en su mayoría en la planta de transferencia de Caabsa (quién también cuenta con la concesión en este municipio), ubicada en Gobernador Curiel y 18 de Marzo.
De la misma forma ocurre con los municipios de Tonalá y Tlaquepaque, donde de acuerdo con las direcciones de Ecología y Aseo Público, respectivamente, no cuentan siquiera con una estrategia de promoción de separación de residuos, como lo señala en su Artículo 7 la norma ambiental ya citada; en cambio, la separación corre a cargo de los empleados encargados de la recolección de la basura, quienes reciben los residuos y en el camión clasifican los materiales para su posterior venta de forma independiente. A pesar de que se cuestionó a Zapopan sobre los programas de difusión y acciones del Ayuntamiento implementados en su municipio para la clasificación de residuos, no atendió una solicitud de entrevista.
Varias veces sancionaron al coto y no pasó la basura durante una semana… a veces, hasta 10 días tardaron en venir porque no la separábamos bien (la basura) Chela García, vecina de Hacienda del Oro en Tlajomulco de Zúñiga.