“En México se abren fosas, pero no verdades”
CAROLINA ROBLEDO SILVESTRE (del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social de la Ciudad de México).
Carolina Robledo Silvestre subraya que, a nivel social, cuando se localiza una fosa clandestina lo que se espera es saber cómo y por qué ocurrieron esas muertes. “Pero la realidad es que en México se abren las fosas, pero no verdades… se debe conocer quiénes fueron los responsables y los motivos, pero no sabemos nada de eso. Apenas, con muchos obstáculos, se pueden identificar a las personas”.
La especialista en movimientos sociales de víctimas, menciona que ante la deficiencia de las autoridades en la búsqueda y justicia para los desaparecidos, los familiares se han visto obligados a buscar a sus seres queridos, lo que implica muchas afectaciones en su vida cotidiana. Por ejemplo, tienen que lidiar con el dolor que significa la aproximación a la muerte, y nadie los prepara para eso. “Abrir las fosas se vuelve una reproducción del terror y la crueldad. Vemos que la gente está siendo asesinada e inhumada de manera clandestina, pero como esas exhumaciones no se hacen con los estándares que se deberían hacer, tenemos solamente una parte de la información”.
Como seres humanos buscamos cerrar ciclos, acentúa, y la muerte forma parte de eso. “Necesitamos ponerle un entierro a ese momento de la vida”.
Señala que los familiares han hecho un gran esfuerzo para lograr que la justicia sea una realidad, pero el camino no ha sido fácil.
Añade que con la nueva Ley de Desaparición Forzada se debe pensar en profesionalizar los servicios médicos forenses, avanzar en tecnología y mejorar el sistema y método de los grupos periciales.