Nicaragua celebra 39 años de revolución en medio de crisis
El presidente Daniel Ortega celebra acompañado por miles de simpatizantes Instancias gubernamentales declaran su victoria tras “liberar” a las ciudades opositoras
EL FRENTE SANDINISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL SE CONGREGA EN PLAZA DE LA FE
MANAGUA.- La Revolución Sandinista liderada por Daniel Ortega cumple su 39 aniversario en medio de una ola de protestas reprimidas con violencia que han dejado más de 300 muertos y han supuesto comparaciones con la tiranía de la familia Somoza.
Ortega, quien regresó al poder en 2007 después de tres derrotas electorales consecutivas, enfrenta una profunda crisis política que detonó el 18 de abril luego de una fallida reforma al seguro social; tras la muerte de manifestantes derivó en la demanda de su salida anticipada del poder.
“La revolución está más viva que nunca”, dijo Arelia Membreño, habitante del barrio Lau- reles Sur, quien afirmó que a pesar de los errores Ortega ha hecho un Gobierno para los pobres. “A mí me dieron crédito, becas para una hija y la calle que antes era de tierra frente a mi casa hoy es de pavimento, por eso lo apoyo”, afirmó la comerciante.
Su respaldo contrasta con el re- chazo a Ortega de los últimos tres meses que se ha manifestado en las calles de Nicaragua con enormes concentraciones y marchas, bloqueos viales y una gran presión interna e internacional con resoluciones como la adoptada por la Organización de Estados Americanos (OEA) que condenó al país por las muertes, pidió el desarme de los grupos paramilitares afines al Gobierno e instó a buscar una salida pacífica.
Ciudades como Masaya, León, Estelí, Matagalpa y los barrios orientales de Managua, que fueron bastiones de la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza, se han levantado contra Ortega, quien ha calificado las protestas como un intento de golpe de Estado.
El presidente ordenó una ofensiva para “liberar a las ciudades” de los bloqueos que llegaron a cubrir el más de 50% de las vías en el país, muchas de ellas de importancia para el tráfico internacional y el traslado de la producción local. “Vamos avanzando en la liberación de nuestro territorio, estamos asumiendo como Gobierno la reconstrucción de la paz que nos quisieron arrebatar”, expresó su esposa, la vicepresidenta y vocera del Gobierno, Rosario Murillo.
La liberación a la que se refiere Murillo consiste en caravanas de policías antimotines y fuerzas paramilitares que a fuerza de balas y violencia han abierto las vías y han permitido recuperar bastiones simbólicos como el barrio Monimbó, en la ciudad de Masaya, donde los nicaragüenses se alzaron contra Somoza a fines de los años 70 como parte de la Revolución.
AP
Ortega, quien regresó al poder en 2007 después de tres derrotas electorales consecutivas, enfrenta una profunda crisis política