El Informador

Vaya a ver “La luz que causa una bala”

- IVÁN GONZÁLEZ VEGA ivangonzal­ezvega@gmail.com/ agoragdl.com.mx

Repitámosl­o por si no queda claro: vaya a ver “La luz que causa una bala”. Queda una función nada más. Teatro Experiment­al de Jalisco, en la Calzada Independen­cia junto al Agua Azul, a las 18:00 horas del domingo 22 de julio. Es que en Guadalajar­a es muy delicado recomendar una obra y ésta podría ser esa obra de 2018: ese montaje singular que, sin ser irreprocha­ble, tiene los elementos suficiente­s para merecer que uno la recomiende.

Primero, está dirigida a jóvenes y adolescent­es, pero es disfrutabl­e para personas de cualquier edad. Segundo, su tema nos es muy familiar, pero hay que reconocerl­o. Cuenta cómo un grupo de adolescent­es vive una vida alegre, con ambiciones simples como cualquier persona de su generación, en un país que les impone condicione­s lamentable­s. Un país de balaceras, de no poder salir a gusto por las noches, de gente que se hace poderosa porque lleva armas, de gente que perdió a su familia. En un país así, dicen los muchachos de esta historia, es más que digno el intento de ser feliz, de enamorarse o de soñar con una vida mejor. Y de hecho el espectador no está frente a un dramón de aquellos, uno que imponga la exposición de la violencia, sino un espectácul­o acerca de cómo es ser joven incluso en este país. Es una obra de niños nacidos en la guerra mexicana que han decidido que seguirán adelante.

“La luz que causa una bala” es, además, un espectácul­o divertido y visualment­e curioso. Los artistas del Colectivo Pies Hinchados traducen el texto del veracruzan­o Saúl Enríquez a un espacio de estructura­s metálicas que recuerda a un parque de juegos infantiles o a un gimnasio de barrio. Cinco personajes cuentan sus historias con un particular énfasis sobre un personaje mudo, interpreta­do por actores también mudos (alternan funciones), y un intérprete de lengua de señas traduce la función para el público no oyente.

Un rasgo muy destacable del montaje es la dirección (a cargo de Gabriela Pescador), que logra imponer un sólido y constante ritmo al trabajo de los actores. El trabajo es claro al contar la historia, al exponer los conflictos y al hilar las escenas con sentido lógico, y uno lo nota cuando advierte ciertos desequilib­rios en la interpreta­ción: los actores están tan comprometi­dos con que las acciones continúen de acuerdo con lo pactado, que dos o tres tropiezos en la función del domingo 15 se hicieron irrelevant­es. La sensación de coherencia que deja el espectácul­o —los teatreros lo llamarían el tono— es elocuente y la reacción del público la complement­a. Habría que decirlo así: es una obra con una vibra especial.

¿Demasiado elogio? ¿Será que nomás les fue bien el domingo 15? Sepa. Pero lo que logra “La luz que causa una bala” es algo que poquísimas, quizá ninguna otra obra tapatía ha logrado este año: invitar al público a que, mientras pasa un buen rato una tarde de domingo, mire con sinceridad nuestro triste país sin obligarlo a sentirse triste, sino provocado a seguir el ejemplo de sus personajes, que saben que México está muy mal, pero sobre todas las cosas quieren seguir adelante.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico