El Informador

UN RINCÓN PARADISÍAC­O

MARAVILLA GEOLÓGICA, ANTIGUO CENTRO CEREMONIAL DE LA CULTURA MAYA Y JOYA TURÍSTICA DE YUCATÁN, ES UN RINCÓN DE MÉXICO QUE DEBES TOMAR EN CUENTA PARA TU PRÓXIMO VIAJE

- Francisco González

El Cenote Ik Kil es una maravilla geológica y por ende, una de las joyas turísticas de Yucatán

Van a faltar palabras. Porque se podrían escribir párrafos enteros sobre la sublime belleza de Yucatán y de cualquier manera nos quedaríamo­s cortos ante sus mil escenarios. Y cuando se trata de poner en letras y párrafos la espectacul­ar vista del Cenote Ik Kil, la misión se antoja más compleja. ¿Cómo describir la sensación de sus aguas turquesas tocando tu piel? ¿Cómo explicar el sonido de miles de pájaros en una sinfonía de sonidos divina? ¿Cómo enumerar los miles de tonos verdes que visten sus alrededore­s? No es fácil. Siempre van a faltar palabras. Para quienes gustan de explorar aquellos espacios que parecen sacados del Paraíso celestial que ofrece el país, Ik Kil es un rincón que aparece siempre en la lista, y lo hace muy alto. Es un cenote a cielo abierto que tiene una forma casi perfectame­nte circular, rodeado de la vegetación más espectacul­ar que puedas imaginar, de colores tan abigarrado­s como armónicos. Con los sonidos de mil pájaros caminando por el viento.

Llegó la hora de explorar. Para llegar al corazón del cenote, de aguas permanente­mente turquesas, puedes bajar por unos escalones hechos de piedra y en los que irás encontrand­o descansos, desde los cuales es posible admirar desde distintas perspectiv­as y alturas la vista que ofrece esta maravilla natural.

Las aguas del cenote son de 40 metros de profundida­d, hermosas, sagradas y silentes. Puedes regodearte en la estampa que regala a la vista de todo visitante o entras en ella. ¡Incluso puedes tirarte un clavado! Hay una plataforma de 5 metros de altura para hacerlo.

El Cenote Ik Kil se encuentra a 35 minutos de la ciudad colonial de Valladolid y a 1 hora y 30 minutos de Mérida —la capital del Estado—, por lo que forma parte de varios “tours”. A eso se suma que está relativame­nte próximo a la Zona Arqueológi­ca de Chichén Itzá, por lo que no es raro que quienes van a la pirámide también visiten Ik Kil. A sus alrededore­s, de hecho, se han construido diversos tipos de amenidades para que los turistas pasen un día abrazados por la naturaleza sin renunciar a la comodidad.

Hay desde palapas para aquellos que desean hacer una visita de entrada por salida pero al mismo tiempo recuperar un poco de fuerzas, hasta todo un plan de visita como los que proponen en Xichen.com con su “Tour Xichen Clásico”, que incluye comida tipo buffet (con gastronomí­a yucateca, así que procura llevar mucho apetito) en el restaurant­e que se encuentra cerca del Cenote.

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