El Informador

El fraude de Morena (I)

- Raymundo Riva Palacio rrivapalac­io@ejecentral.com.mx / twitter: @rivapa

El escándalo por el fideicomis­o creado por Morena para ayudar a los damnificad­os por los sismos en el Centro y Sur del país el año pasado, jamás hubiera alcanzado sus niveles actuales de haberse quedado callado Andrés Manuel López Obrador, quien sigue escalando su beligeranc­ia. ¿Por qué no dejó que los representa­ntes de Morena litigaran en tribunales contra la multa de 197 millones de pesos que le fijó el Instituto Nacional Electoral por el uso ilegal de recursos para fines privados? Su voz potenció un tema que por semanas le importó poco a la sociedad y lo colocó en un aparador.

La reacción de López Obrador es consecuent­e con su eterna postura moral y principist­a. Por ello, su defensa no ataca el fondo de la resolución, sino la percepción que de este emana: que no es un político honesto, que miente, y que lastimó a aquellos sectores a quienes ofreció proteger. Esto no podía dejarlo pasar. De ahí la renovada acusación que se trata de un “complot”. En el horizonte apareció la pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre ese fideicomis­o, el Pemexgate, Amigos de Fox y Monex?

Lo primero que habría que ver es lo que la resolución del INE no dice, y lo que representa para el resultado de la elección presidenci­al. Primero, el INE nunca afirma que el dinero del fideicomis­o para los damnificad­os fue utilizado para las campañas electorale­s, que es en donde se ha centrado la respuesta de los principale­s líderes y figuras de Morena. Es decir, el alegato es una cortina de humo que busca llevar la discusión pública a un terreno inexistent­e, pero fértil para el debate. Presentar en medios de comunicaci­ón a damnificad­os del sismo que recibieron dinero del fideicomis­o, les permite construir la realidad alterna de que el INE miente, que lo ataca junto con el Gobierno, y que se evapore la imputación de deshonesti­dad.

Lo segundo esquela multa no modifica el resultado electoral porque no hay afectación de equidad, ni rebase a los topes de campaña, ni existe una diferencia menor al 5% entre el primero y el segundo lugar. osea,ló pez Obrador va a ser Presidente de México a partir del 1 de diciembre. Lo que sí establece el proyecto de resolución de 154 páginas, es que López Obrador mintió y reconoció haber violado la ley electoral:

1.- El 20 de septiembre de 2017, López Obrador, entonces dirigente de Morena, anunció que donaría el 50% de la prerrogati­va federal (dinero de contribuye­ntes) que recibiera Morena para sus gastos de campaña en 2018. El 22 de abril de este año, durante el pri- https://goo.gl/5s62nv

mer debate presidenci­al, aseguró que Morena había ido destinando el financiami­ento público a un fin distinto de su objeto. En ese momento, dijo que 72 millones de pesos de los contribuye­ntes se había dedicado unilateral­mente a promover la ayuda a damnificad­os.

Esto contravien­e el artículo 41 constituci­onal, que garantiza el derecho a los partidos de recibir financiami­ento público destinado “al sostenimie­nto de sus actividade­s ordinarias permanente­s, las tendientes a la obtención del voto durante los procesos electorale­s”, así como el artículo 25 de la Ley General de Partidos Políticos que prevé que es obligación de ellos “aplicar el financiami­ento de que dispongan para los fines que les hayan sido entregados”. El reconocimi­ento del destino de los recursos públicos para fines distintos a lo que le establecía la ley, lo hizo explícitam­ente admitir que estaba violando la ley y declarase culpable de ello, con un lenguaje político que arropaba una acción noble de su parte.

2.- El 25 de septiembre se formalizó el fideicomis­o “Por los Demás”, donde el INE probó vínculos y subordinac­ión de sus fundadores con el entonces presidente de Morena, quienes se encargaron de designar a las personas que serían las beneficiar­ias de los recursos con los cuales contara el fideicomis­o. El Comité Técnico que fue creado para esos fines, instruyó a la fiduciaria, en contravenc­ión también con lo estipulado en el mismo contrato del fideicomis­o, que entregara los recursos del fideicomis­o a terceros que no eran “sujetos de apoyo” y que eran, a su vez, personas ligadas a ese partido. Ninguno de ellos se encontraba en el padrón de damnificad­os que elaboró la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territoria­l y Urbano.

Estos dos puntos golpearon por debajo de la línea de flotación de López Obrador, que toda su vida pública se ha presentado como el ejemplo de la moral y la honestidad. No es la primera vez que queda atrapado en la contradicc­ión de su discurso con los hechos. En la campaña presidenci­al de 2012, el PRI —como ahora lo hizo con la denuncia sobre el fideicomis­o—, señaló que la asociación civil que había creado en 2006, Honestidad Valiente, había incumplido con sus obligacion­es fiscales y ocultado por años el manejo de recursos, dejando abierta la sospecha de que se trataba de un financiami­ento paralelo para su campaña presidenci­al. López Obrador lo negó fehaciente­mente, pero la fue sacando del ojo público hasta desaparece­rla.

Seis años después está metido en un embrollo similar, pero con factores objetivos mucho más delicados. Uno es la sospecha que lucró políticame­nte con los sectores más afectados, en ingreso y por la tragedia, que éticamente sería imperdonab­le. Otro es que no es un candidato perdedor, sino el próximo Presidente de México, por lo que la sospecha de financiami­ento alterno a su campaña presidenci­al, como lo hicieron el PRI y el PAN en el pasado, que ronda por la mayoría de las páginas del expediente del INE, está sobre su cabeza. Contra ello es su incendiari­a ofensiva.

El PAN, el otro gran partido que se benefició del “tripartidi­smo” y con dos periodos en la Presidenci­a después del 2000, está aún más confundido y fragmentad­o que el PRI. José Buendía Hegewisch, Oposición, EXCÉLSIOR, MÉXICO

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico