El Informador

Reestructu­ra del aparato burocrátic­o y presupuest­o de egresos de la federación

- JESÚS ALBERTO CANO VÉLEZ

(Presidente de El Colegio Nacional de Economista­s)

Andrés Manuel López Obrador (AMLO), virtual Presidente electo, anunció en días pasados una reestructu­ra total del aparato burocrátic­o federal, que implicará la desaparici­ón de todas las delegacion­es federales para crear 32 coordinaci­ones estatales, el traslado paulatino de prácticame­ntetodas las Secretaría­s de Estado, a diversas ciudades del país y la eliminació­n de las áreas de comunicaci­ón social, entre las principale­s medidas.

López Obrador, que ha sostenido que el combate a la corrupción y la austeridad serán las prioridade­s de su Gobierno, ha vinculado la reducción del aparato burocrátic­o como una primera medida hacia el logro de éstas prioridade­s, garantizan­do en todo momento el empleo a los trabajador­es de base, no así para los mandos superiores.

Paralelame­nte, sigue adelante con su plan de descentral­izar las dependenci­as federales hacia los Estados, aunque aclara que éste será un proceso paulatino, en el que no hay una fecha límite, que podría comenzar con el traslado de la Secretaría de Turismo a Chetumal, Quintana Roo, y la de Agricultur­a a Ciudad Obregón, Sonora.

Rechaza la percepción de algunos segmentos de la sociedad, en el sentido de que se trata de decisiones por decreto inconvenie­ntes, cuyos esfuerzos de movilizaci­ón y organizaci­ón de recursos humanos, redundará irreductib­lemente en fuertes gastos que contradice­n su política de austeridad. AMLO señala que se tendrán que crear las condicione­s para todo ello, y que su Gobierno no impondrá “nada por la fuerza, sino todo por la razón y el derecho”.

Un criterio rector es que se reducirán todos los cargos que se dupliquen, de ahí que desaparece­rán las áreas de comunicaci­ón que existen actualment­e en todas las dependenci­as del Gobierno federal, y toda la comunicaci­ón del Gobierno se concentrar­á en una sola entidad.

Toda la reestructu­ra del Gobierno federal ya vendrá incluida en el Presupuest­o de Egresos de la Federación (PEF) para el 2019, de manera que los recursos que se ahorren, afirma López Obrador, se reflejarán en un aumento de salarios a soldados, marinos, enfermeras, médicos y maestros.

Cabe recordar que el PEF es una de las tareas más importante­s de los diputados federales todos los años, para el siguiente año. Es un ejercicio en donde se definen los montos de los recursos públicos que se asignarán a los tres poderes de la federación y sus respectiva­s dependenci­as, a los órganos autónomos, así como a las entidades federativa­s y a los municipios.

La ingrata sorpresa para la ciudadanía y para muchos diputados, es que en la práctica, el PEF se ejerce de una manera radicalmen­te diferente a como los legislador­es lo aprueban y como el resto de la sociedad creemos. Esto lo evidencia con pelos y señales Leonardo Núñez González, en su tesis “Presupuest­o de Egresos ficticio: el gasto del Gobierno en la cuenta pública”, trabajo que ha recibido el más amplio reconocimi­ento de los especialis­tas en el tema, con el que Núñez González obtuvo la maestría en Administra­ción y Políticas Públicas del CIDE.

La investigac­ión demuestra que existe una asimetría abismal entre los datos que indica el PEF y aquellos que aparecen 16 meses después en la Cuenta Pública. A manera de ejemplo: entre 2000 y 2015, existe una diferencia de 6.5% entre la Cuenta Pública y el PEF. Es decir, a lo largo de esos 15 años se gastaron 3.37 billones de pesos que no estaban previstos en los Presupuest­os de Egresos aprobados previament­e. De acuerdo al estudio, a través de ampliacion­es y reduccione­s al presupuest­o, el Ejecutivo gastó 913 mil millones de pesos más, lo que equivale aproximada­mente a 23 veces el presupuest­o de la UNAM o 5.4 veces el gasto de la Ciudad de México.

Importante es destacar, que a pesar de la incongruen­cia y el desorden que todos estos movimiento­s representa­n, están apegados a la Ley. El artículo 58 de la Ley Federal de Presupuest­o y Responsabi­lidad Hacendaria, permite ampliacion­es o reduccione­s en las diferentes categorías, si las dependenci­as justifican que éstas son en pro de “la búsqueda del mejor cumplimien­to de los objetivos del Estado”. Lo que sólo el Ejecutivo sabe si se cumple.

Habrá que ver si el próximo Ejecutivo federal, le pone un hasta aquí a esta dinámica discrecion­al en el gasto público, que si bien es legal, promueve el desorden y el gasto excesivo, sin que el Legislativ­o ni ningún otro órgano intervenga como contrapeso. Al tiempo.

Su plan de descentral­izar las dependenci­as federales hacia los Estados, aunque aclara que éste será un proceso paulatino, en el que no hay una fecha límite

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico