De vuelta al teatro clásico
El Ágora Jenkins se engalana con el taller que ofreció Rodrigo Murray a 20 jóvenes tapatíos
CONJUNTO DE ARTES ESCÉNICAS
El ágora, bajo el Sol de la tarde, fue el lugar donde nació el teatro en la antigüedad griega. Más de dos mil años después, otra ágora acogió una pieza clásica del acervo griego que ha sobrevivido hasta nuestros días, “Pluto” de Aristófanes; el lugar fue el Ágora Jenkins del Conjunto de Artes Escénicas (CAE).
La puesta en escena estuvo en manos del taller que Rodrigo Murray impartió con un grupo de 20 jóvenes tapatíos. El texto que trabajaron fue fiel al original, evadiendo toda adaptación al contexto contemporáneo. No era necesario: Aristófanes sigue vigente y arrancó risas a los asistentes de sus cuatro funciones.
Esta comedia que hace una sátira de su tiempo, con la avaricia como eje central. “Pluto” es la divinidad de la riqueza, aunque comienza ciego en la trama de Aristófanes. Así lo encuentra Cremilo, quien acude al Oráculo para saber qué puede hacer para dejar de ser pobre. Al devolverle la vista, la riqueza se vuelve un bien común, ya no repartido azarosamente: por tanto, hasta los esclavos compran su libertad. Todos rehúyen el trabajo, por lo que la comida y todos los lujos dejan de fluir.
La convocatoria para entrar al taller fue abierta a jóvenes del teatro tapatío, desde estudiantes. Fue una novedad trabajar un texto clásico para el grupo que se formó y con quienes Rodrigo trabajó durante varias semanas previas al estreno. Mony Aldama, de 29 años, comentó que aunque el texto tuvo cierta dificultad, la dinámica de trabajo de Rodrigo fue fácil, ligera y divertida, como se refleja en el resultado.
Para Mony, el vocabulario y la temática son factores que hacen accesible a la pieza. Por ello las intenciones son retomar la puesta en escena, ya sea dentro del mismo sitio o en la Ciudad de México, donde ya se planea llevar, afirmó la actriz.
Christopher Flores, de 16 años, abundó en una de las técnicas que recomendó Murray: empaparse de la cultura griega a través de imágenes de la mis-
ma. El Ágora Jenkins, al ser un lugar abierto, permite prescindir de una escenografía más compleja: en “Pluto” fue el vestuario, unos bastones y los actores todo lo que dio vida al texto de Aristófanes.
Araceli Sandoval, de 23 años, agregó que otro reto fue trabajar en conjunto, pues las obras de teatro que suelen montarse en la ciudad requieren de pocos autores. Pluto, al recurrir al coro represento un aprendizaje de la coordinación y el trabajo en equipo.
Gran experiencia
Sobre la experiencia de trabajar con un director y actor como Rodrigo Murray, Christopher resaltó
lo fresco de su estilo, al ser siempre claro al explicar cada detalle, además de bromista. Para el actor, la actitud contrasta con la seriedad de otros directores. Rodrigo también los motivaba y tenía la apertura de escuchar e incluir las propuestas de los jóvenes actores, siempre y cuando estuvieran bien fundamentadas, platicó Mony.
Para el anecdotario quedó la segunda función de las cuatro que tuvieron: ese día la lluvia se hizo presente, pero el propio CAE facilitó que el público que ya había llegado pudiera ver la obra en la Sala 3 del conjunto, platicó Araceli. El resto de las sesiones Tlaloc (y Zeus) permitieron el uso del ágora.