El liderazgo que se ejerce en pro de la equidad de género
Wangari fue la primera mujer africana en recibir el Premio Nobel de la Paz, quien en esa frase pequeña y concisa resumió una realidad que sigue vigente hoy en día. Si bien la ideología feminista y sus distintos movimientos a lo largo de la historia han propiciado la reducción de la brecha de género, aún existe una diferencia considerable de oportunidades entre hombres y mujeres, por lo que es importante apoyar y difundir el liderazgo femenino.
Chimamanda Ngozi Adichie en su libro “Todos Deberíamos Ser Feministas” explica que el liderazgo exclusivamente masculino tenía sentido hace miles de años, cuando el atributo más importante para la supervivencia era la fuerza, ya que por lo general los hombres son físicamente más fuertes que las mujeres. Hoy en día existen diferentes cualidades y aptitudes que definen a un líder: creatividad, innovación, entre otras y, como bien lo explica en su libro, para esos atributos no hay hormonas. El liderazgo en las mujeres permite acercarnos poco a poco al ideal de la equidad de género.
En otro de sus libros: “El peligro de la Historia Única” expone los peligros de los estereotipos y dice que “dificultan el reconocimiento de nuestra igualdad humana, enfatiza nuestras diferencias en vez de nuestras similitudes”. Personalmente creo que nuestras diferencias nos ayudan tener una perspectiva más amplia y el liderazgo en las mujeres propicia la evolución hacia una sociedad más incluyente, equitativa y que, en conjunto con el liderazgo de los hombres, permite reconocer y aprovechar nuestras diferencias para alcanzar un óptimo desarrollo social.
Cuanto más arriba llegas, menos mujeres hay Wangari Maathai